Ha llegado el momento. Mariano Rajoy hará pública hoy la lista de sus ministros. Juró su cargo este lunes ante Felipe VI y, a partir de ese momento, repartió su tiempo entre descansar en el puente de los Santos y encajar las piezas del puzzle del que ha de ser su nuevo equipo y puede que la nueva cúpula de su partido también. Por difícil que resulte la tarea -aseveran los suyos que se ha empeñado en buscar perfiles pactistas- no ha tenido motivos para estresarse en exceso, dado que él mismo se dio un amplio plazo, desde el pasado sábado hasta este jueves, para resolver el sudoku. Rajoy ha tratado de dar poca información a los suyos, a fin de evitar filtraciones, aunque fuentes populares confirman que esta vez ha hecho consultas (especialmente con barones territoriales) para conocer otras opiniones sobre nombres y estructuras gubernamentales y que, incluso, sobre este último aspecto ha repasado modelos de otros países antes de tomar una decisión definitiva.

En todo caso el secretismo decretado sobre esta cuestión no significa que los colaboradores del presidente en Moncloa y la sede popular no hagan sus cábalas a tenor de las preguntas que han recibido o de las sugerencias que han hecho llegar hasta Rajoy o sus entornos. Así las cosas, los consultados dan por hecho que Soraya Sáenz de Santamaría seguirá teniendo un papel fundamental como mano derecha de Rajoy en el Gobierno, aunque hay más dudas sobre si será ella la única vicepresidenta esta vez, en caso de que se recupere la economía en un momento en que las negociaciones en este área con otros partidos (presupuestos, financiación, fiscalidad, senda de déficit para cumplir con Bruselas) serán piedra angular.

Desde el PP se apunta que en estos momentos puede ser "más que recomendable" recuperar una vicepresidencia económica e, incluso, encomendarle las tareas de portavocía a un ministro distinto a Santamaría para que tenga sobre sus expaldas un peso excesivo. Al fin y al cabo los conservadores llevan meses haciendo autocrítica sobre la comunicación y apuntando que debe repartirse más esta tarea para que pueda haber más voces que defiendan sus políticas.

ADMINISTRACIONES PÚBLICAS

Y es que también está extendida la idea de que será ella quien esta legislatura asumirá de facto, incluso aunque se acabe nombrando otro ministro o ministra para este área concreta, la delicada área deAdministraciones Públicas, en un momento en que las relaciones con Cataluña son tensas y deben reconducirse, según Rajoy. Asimismo, sus compañeros de militancia apuntan que dado que sus relaciones con Dolores de Cospedal no son las mejores posibles, Rajoy busca hacer equilibrios entre ambas -como con los territorios- una vez que se ha decidido por abrir la puerta del Ejecutivo también a la expresidenta de Castilla-La Mancha.

¿Significará eso que habrá renovación en la secretaría general del PP?. Se da por hecho que así será, aunque quizás a medio plazo, puesto que se planea convocar un congreso para finales de enero o principios de febrero. Las apuestas señalan a Fernando Martínez Maillo o al vasco Alfonso Alonso como posibles sustitutos.

LOS NÚMEROS Y LA ECONOMÍA

En cuanto a los números, no se descarta que sigan Luis de Guindos y Cristóbal Montoro y se incorporen con cartera figuras como Álvaro Nadal, que era responsable de la oficina económica del presidente. Podría cambiar de despacho, dicen, Fátima Báñez, hasta ahora responsable de Empleo. El de Trabajo es un ministerio espinoso que podría ocupar la aragonesa Luisa Fernanda Rudi. O eso al menos es lo que sospecharon algunas fuentes consultadas que, parece, le escucharon preguntar recientemente a la responsable del PP aragonés si el ministerio de Empleo cuenta con vivienda, lo que levantó sospechas.

Es en este terreno donde hay más especulación de última hora sobre la estructura. Se debate con fuerza en las filas conservadoras sobre la posibilidad de recuperar la vicepresidencia económica e,incluso, de innovar separando áreas como Industria y Energía, que podría fusionarse esta vez con otras carteras. De todos modos ha empezado la cuenta atrás para que Rajoy, en breve, saque de dudas a propios y extraños sobre el que será su gabinete en uno de los momentos más inestables de la política española.