Mariano Rajoy ha pedido el apoyo del Congreso para su investidura con una oferta, la de negociar en esta Cámara todas las decisiones que pretenda tomar, y un reclamo, el que ha hecho a todos los partidos para que ayuden a que el próximo Gobierno sea "estable y capaz" y no se quede en un "mero trámite".

El líder del PP ha afrontado el debate de investidura con un discurso muy centrado en el necesario diálogo que imperará en esta legislatura dada la composición de la Cámara, y en el que ha asegurado que tanto él como su partido están dispuestos a hacer sacrificios y cesiones.

"Tengo asumido que cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad", ha dicho Rajoy, quien por eso ha ofrecido un gobierno "abierto al diálogo" y subrayado su disposición a "negociar cuanto sea necesario todas las decisiones".

El jefe del Ejecutivo en funciones no ha hecho una referencia explícita a la abstención del PSOE que le va a permitir ser investido, pero sí se ha referido a los "cambios relevantes" en la situación política que han permitido "alimentar la esperanza" de que España tenga en breve un ejecutivo en "plenitud de funciones".

Además ha lanzado otro mensaje a los socialistas al señalar que permitir que se forme gobierno y evitar que se repitan elecciones no supone que "nadie tenga que renunciar a sus principios", y ha considerado que la "excepcionalidad" del momento exige que "se dejen a un lado las confrontaciones ideológicas" y de forma excepcional se sumen esfuerzos ante esta situación "inédita".

No se ha olvidado Rajoy ni de sus socios electorales -UPN, Foro y PAR- ni de los partidos que pactaron con el PP y que le van a dar el sí en la investidura -Ciudadanos y Coalición Canaria- y a todos ellos les ha prometido que cumplirá con los compromisos adquiridos. "No tengan ustedes ninguna duda de que lo haré", ha dicho.