Mariano Rajoy ha presidido, como cada lunes, el comité de dirección del PP y ha pedido a su equipo que continue con la mano tendida al PSOE y traslade que la oferta del PP sigue siendo la misma desde el pasado diciembre: o bien gobierno de coalición, o bien acuerdo en torno a varios pactos de Estado o bien que se permita al presidente en funciones gobernar en minoría. Pese a que ante la debilidad de los socialistas, el PP tiene ahora una posición negociadora más fuerte, la orden es que, en los mensajes públicos, continue la prudencia y la oferta de diálogo.

En base a estas instrucciones, la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, ha afirmado que su partido no ha cambiado de posición para lograr que en España haya un nuevo gobierno y evitar nuevas elecciones. "Nuestra oferta está ahí, es la misma que hemos hecho siempre y estaremos muy atentos a lo que pueda surgir en los próximos días", ha dicho en un acto en Madrid, al que ha asistido junto a la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

La número dos de Rajoy en el Gobierno ha revelado que, "en un momento" muy incierto, su formación ha decidido abordar la situación desde la "prudencia y la moderación".

En la misma línea, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha aseverado que "el planteamiento del PP siempre ha sido el mismo" y no va a "cambiar". Ha recordado que su partido no desea ir a terceras elecciones sino que haya un gobierno que dé "tranquilidad, estabilidad y confianza" a los españoles. La mano derecha de Rajoy en el partido ha subrayado además que su partido no va a variar en su intención de no "inmiscuirse" en la situación interna del PSOE.

El pasado miércoles, el PP ya pidió a sus dirigentes que no hicieran declaraciones sobre la guerra abierta en el principal partido de la oposición, con el fin fundamental de no dar más razones a aquellos socialistas partidarios de continuar en el 'no' a Rajoy. Tras la caída de Pedro Sánchez, los populares continuan con el perfil bajo y este lunes han evitado convocar la tradicional rueda de prensa tras el comité de dirección de todos los lunes.

La consigna de Rajoy es que hay que "esperar" y por ello el presidente ha trasladado a su equipo de máxima confianza que no hará nuevos movimientos, ni se pondrá en contacto con la gestora que ahora dirige el PSOE, hasta que el principal partido de la oposición aclare por sí mismo si continua con su veto al PP o vira hacia la abstención.