Mariano Rajoy y la plana mayor del PP ha desembarcado en Barcelona para dar un espaldarazo a Xavier García Albiol como candidato para las elecciones catalanas convocadas por el presidente del Gobierno. Ante más de 1.000 personas, ha defendido la aplicación del 155 para devolver la "tranquilidad" a Cataluña y ha reclamado a "la mayoría silenciosa y silenciada que convierte su voz en votos".

"Hay que recuperar Cataluña de los estragos separatistas", ha sentenciado en un discurso en el que ha pedido a la empresas que no se vayan y a los españoles que no dejen de comprar productos catalanes. "Que no paguen la factura los que han sufrido la fractura", ha apostillado. En su intervención ha defendido la decisión de aplicar el 155, después de haber agotado todas las vías para que los independentistas pusiera fin a su "delirio". "El objetivo básico del 155 era devolver la tranquilidad a la vida cotidiana". Contraponiéndolas al 1-O, ha querido también explicar su decisión de convocar unas elecciones el 21-D para que pueda haber "una votación de verdad, dentro de la ley, con controles y garantías, unas elecciones limpias y legales".

El líder del PP ha querido dejar claro que no es cierto que que se persigan ideas políticas. "En España se puede defender cualquier idea". Aunque ha hecho referencias continuas a la "amenaza independentista", ha querido centrar su intervención más en la recuperación, dejando la parte más beligerante con el independentismo a Albiol, al que ha felicitado por la decisión de denunciar ante la fiscalía de menores la presencia de niños pequeños en un corte de carreteras durante la huelga de esta semana. "Esto demuestra la catadura moral de algunas personas".

La primera gran ovación se la ha llevado Rajoy cuando Albiol le ha agradecido el 155. "Quiero agradecerte que hayas aplicado el 155 en Catalunya, que hayas cesado a Puigdemont y sus 'consellers' y hayas cerrado las embajadas, esos chiringuitos", ha señalado el líder del PPC. Fiel a su tono duro, ha sentenciado que "la independencia es tóxica y destruye a Cataluña". Orden o caos. Esa es la disyuntiva que ha planteado el exalcalde de Badalona. "El 21-D los catalanes tendrán que elegir si prefieren que regresen Puigdemont o Junqueras o el grupo Planeta, que mande la CUP o vuelva la empresa Bimbo, que regrese Forcadell o la gala de los premios Ondas. Empresa, progreso y futuro o revolución, cortes de carreteras y piedras en las vías".

El líder del PPC ha pedido una ovación para Dante Pérez, el alcalde de Gimenells que fichó para ir en las listas del PP el día después de darse de baja del PSC por la alianza socialistas con Units per Avançar. No han faltado las críticas a Ciudadanos, por sus cambios de criterio sobre el 155, y al PSC, al que ha advertido que "sería una traición un acuerdo con ERC y Podemos". Ni tampoco a los independentistas. En ese punto ha alzado la voz para negar que "en Catalunya haya presos por sus ideas". "Que se dejen de infamias, de insultar a Catalunya y a España. Tardà o Rufián, que defienden las mimas ideas, no están en la cárcel. Se persiguen a los que cometen delitos.

Frente a los que señalan que el PP ha querido aplicar el modelo vasco, María Dolores de Cospedal, que ha abierto el acto, ha negado que su partido haya buscado nunca el conflicto para ganar votos. "Hemos antepuesto la convivencia de los catalanes a la de los propios intereses del PP y nuestros intereses personales", ha sentenciado la ministra de Defensa.