Mariano Rajoy tiene sobre la mesa todas las herramientas preparadas para responder a una eventual declaración unilateral de independencia (DUI). Abogados del Estado, asesores de comunicación y todos los ministros, con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, han preparado durante meses las posibles contestaciones del Ejecutivo al desafío soberanista catalán. El día ha llegado. Se han asegurado de no poder encontrarse ni un 'pero' jurídico. Ante la duda, la opción más conservadora, asegura una asesora de Rajoy que le acompaña desde hace más de una década.

Rajoy considera que ha dado margen a Carles Puigdemont para retractarse y le ha advertido estos últimos días en varias ocasiones, por boca de la vicepresidenta y del PP, de que una DUI, aunque sea en diferido, encontrará una respuesta del Ejecutivo. Santamaría dejó claro el lunes que la aplicación del artículo 155 de la Constitución, con el que se pueden suspender algunas competencias autonómicas, está lista, al igual que "otras medidas" encaminadas para "restaurar la ley y la democracia". Los dirigentes del partido le han pedido que se atenga a posibles penas de cárcel.

DOS CONSEJOS DE MINISTROS EXTRAORDINARIOS

El artículo de la Constitución se pone en marcha si Rajoy considera que Puigdemont está atentado gravemente contra el interés general de España. Si lo ve así, el presidente convocará un Consejo de Ministros que decidirá enviar un requerimiento al 'president' para que ceje en sus intenciones. Si no lo hace, el jefe del Ejecutivo central reuniría a un segundo Consejo de Ministros extraordinario para decidir las medidas necesarias que considere oportunas para obligarle a cumplir sus obligaciones o proteger el interés general. Rajoy tendrá que conseguir que el Senado apruebe por mayoría absoluta las iniciativas concretas, un paso que no le supondría ningún problema puesto que el PP cuenta con esa mayoría.

El artículo 155 no se ha aplicado nunca y deja abierto un abanico de posibilidades respecto a las competencias que podría asumir el Gobierno. También los plazos, que no están especificados en la Carta Magna. Así las cosas, la Moncloa es la que los pondría y los ajustaría para que todo el proceso dure lo menos posible. Hace semanas, fuentes gubernamentales calculaban que se necesitaban unos cinco días para todo el proceso, así que Rajoy, además, se podría decantar por aprobar también esas "otras medidas" a las que se refirió el lunes Santamaría.

La vicepresidenta apuntó que el Gobierno ha pensado siempre en iniciativas que sean "eficaces" y causen el menor perjuicio a los catalanes.

Rajoy tiene previsto seguir el discurso de Puigdemont, que está previsto para las seis de la tarde, acompañado de la vicepresidenta en la Moncloa.

EN CONTACTO CON FELIPE VI

El jefe del Estado, Felipe VI, está en comunicación "permanente" con Mariano Rajoy, según fuentes de la Casa del Rey. Habitualmente el presidente del Gobierno y el Monarca mantienen su reunión semanal en la Zarzuela los martes, un dato que nunca confirman. Hoy, por ahora, tampoco. "No tiene actividades oficiales públicas, por tanto está dedicado al trabajo en el despacho", aseguran desde la Casa del Rey.