Ambas partes se muestran dispuestas a negociar y a dialogar a fondo. Pero ambas, al mismo tiempo, siguen sin abandonar sus respectivos motivos de enfrentamiento y continúan su camino. El Gobierno de Mariano Rajoy y el Ejecutivo de Carles Puigdemont mantienen las espadas en alto en el conflicto soberanista pese a la conversación telefónica entre ambos presidentes hace tan solo unos días. Una nueva demostración de que el diálogo en sí mismo (dos personas hablándose) es estéril si no va acompañado de compromisos o reuniones para tejer acuerdos.

Rajoy llamó para comunicar a Puigdemont que le enviaría una carta de convocatoria de la próxima cumbre de presidentes autonómicos. Según fuentes de la Generalitat, no hizo una invitación formal con lo cual su interlocutor tampoco tuvo que responder que no piensa acudir porque desea un trato bilateral con el Estado. "Nos lo hemos ganado", repite con vehemencia Puigdemont estos días. Así, la conversación no pasó de la "amabilidad y corrección", según fuentes de Palau. Algo muy parecido a un diálogo de besugos.

En paralelo, el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras -quien también tiene pendiente una cita con la vicepresidenta- anunciaba en el Parlament que sí, que en enero mantendrá una reunión con Soraya Sáenz de Santamaría. Estas reuniones ya se establecieron como algo periódico tras la última reunión formal de Puigdemont con Rajoy en la Moncloa pero por el momento dan el mismo fruto concreto que las de la vicepresidenta con la antecesora de Junqueras, Joana Ortega.

CITA EN MADRID

Todo mientras el Gobierno central sigue preparando la cumbre de presidentes, con una reunión de Sáenz de Santamaría con los consejeros de presidencia autonómicos. Cita a la que no asistirá la responsable de Presidència del Govern, Neus Munté, que mantenía este miércoles el enésimo enfrentamiento con el PP en el pleno, a vueltas con la expresion "golpe de Estado" usada por la popular Esperanza García para definir el proyecto soberanista. Es decir, espadas en alto, aunque sea verbalmente.

Espadas en alto también en el conflicto juridico político: por un lado, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya hacía llegar al Parlament al 'president' y a todo su Govern la decisión por la que el TC suspende la resolución sobre el referéndum unilateral aprobada en el debate de política general por Junts pel Sí y la CUP, y apercibe con consecuencias penales si se desatiende tal orden; por otro, a la misma hora, los grupos de Junts pel Sí, la CUP y también Cataluña Sí que es Pot aprobaban una resolución en favor de la libertad de expresión. En favor en definitiva, de la decisión de la presidenta Carme Forcadell y de la Mesa de permitir el debate de las conclusiones sobre el llamado proceso constituyente (un proceso todavía pendiente de nacer, por cierto, contra los plazos previstos por el propio Parlament) pese a los avisos del propio Constitucional para que no lo hicieran. El texto acordado, con el voto en contra de socialistas, PP y Ciutadans, sostiene que la "imputación penal" de Forcadell constituye una "vulneración de la inviolabilidad parlamentaria y un hecho sin precedentes en la Unión Europea".

'EL PERIÓDICO' COMO AVAL

¿Qué cabe retener de la resolución? El restablecimiento del pacto a tres bandas de JxSí, ERC y CUP. Es esa gran mayoría a la que ahora el Govern se aferra y en especial el 'president'. Y es que de las dos entregas del barómetro del GESOP que ofreció este diario hace unos días, una sobre el referéndum de independencia y la otra sobre la victoria de ERC y la debacle del PDECat en unas eventuales elecciones catalanas, Puigdemont ha echado mano de la primera para espetarle al popular Xavier García Albiol que "lo que une a los catalanes es el referéndum". Se lo ha dicho después de que el líder parlamentario del PPC le acusara en la sesión de control de este miércoles de estar al frente de un Govern "aislado" y entregado a los "radicales" de la CUP.

Puigdemont ha recordado que la última encuesta de EL PERIÓDICO sostiene que "el 84,6% de los catalanes están a favor de un referéndum", lo que le ha valido para rechazar los ataques de Albiol, informa Rafa Julve.

Este porcentaje, el 84,6% es el que servirá para dar fuerza a la foto de la cumbre del referéndum de este viernes: un acuerdo entre Govern, los 'comuns', Ada Colau, ERC, la CUP y buena parte del entramado social soberanista y catalanista. Se insistirá en la vía de la consulta a poder ser pactada. ¿Hasta cuando? De momento, espadas en alto con el Estado sin renunciar, eso sí, a tantas conversaciones telefónicas o presenciales hagan falta.