El líder del PP y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha recibido los primeros "noes" a su posible investidura por parte del PNV y de ERC, mientras todas las miradas siguen pendientes de lo que sucede en Ferraz, la sede del Partido Socialista.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha continuado hoy la ronda de entrevistas con los barones para definir la posición de la Ejecutiva Federal del próximo sábado, de la que previsiblemente, por lo que indican varios dirigentes, saldrá el "no" a Rajoy.

Sin embargo, como entrevió ayer la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, y como hoy ha declarado el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, no hay que descartar "nuevas decisiones" más adelante que eviten otras elecciones, que serían las terceras en un año.

"No hay que correr más que el futuro, el futuro llega y cuando llegue será el momento de tomar nuevas decisiones", ha dicho Puig.

En espera de cómo evolucionen los hechos en Ferraz, PNV y ERC han dado ya a Rajoy las primeras negativas a su investidura.

El portavoz del grupo nacionalista vasco, Aitor Esteban, ha señalado que su partido se encuentra "tan alejado" de los populares que el voto a la investidura que manejan de momento es un "no".

En rueda de prensa en el Congreso tras un encuentro de una hora con Rajoy, el dirigente del PNV ha indicado que para reconsiderar esta postura, le gustaría ver en el presidente del PP un cambio de actitud en lo que concierne no sólo a la relación con los nacionalistas vascos, sino también en la relación con Euskadi.

Ha advertido, no obstante, que ese cambio de actitud, si se produce, no será inminente.

El "no" del PNV a Rajoy se basa en la "experiencia" de la legislatura con mayoría absoluta del PP y en el "rodillo" parlamentario que usó "una y otra vez", ya que fueron cuatro años pródigos en recursos contra leyes y decretos que salían del Parlamento vasco.

Tampoco la relación con el lehendakari, Íñigo Urkullu, ha sido la deseable.