El aspirante a la reelección, Mariano Rajoy, ha reclamado“madurez” esta tarde a todo el Congreso, pero con la mirada fijada en los socialistas que se disponen a abstenerse (parece que con algunas excepciones), para poder gobernar una vez que se haya materializado su investidura. Según ha explicado, no piensa pedirles “la luna”, pero sí que asuman que no basta con que a partir de este sábado, España tenga un presidente y un nuevo Ejecutivo si no tienen capacidad para gobernar. “España necesita algo más que una simple investidura. Necesita un gobierno que esté en condiciones de gobernar. No de ser gobernado, si no de gobernar”, ha avisado.

Con la advertencia de que una cosa es “dialogar” y abrirse a pactos y otra “ser gobernado”, Rajoy incide en una idea que ha estado dejando en el aire durante toda la semana en el Parlamento: que él, y sólo él, tiene en su mano poder volver a convocar elecciones a partir del próximo mes de mayo, una opción que al menos actualmente parece que sólo interesaría con claridad a los populares, según los sondeos. Y para recalcarlo, utilizó un tono mucho más tajante que los pasados miércoles y jueves y decidió que dos tercios de su discurso estuvieran dedicados a lanzar avisos y advertencias a los abstencionistas y a los que se han declarado dispuestos a avalarle, como Ciudadanos.

“Yo no pido un cheque blanco. Me limito a reclamar un gobierno, que no es lo mismo. Hoy no concluye esta historia, señorías. Hoy comienza. Trazamos el camino del futuro. De este futuro del que, la falta de mayoría, nos hace a todos responsables. A todos nos compete asegurar para España, no sólo el instrumento de gobierno que precisa, sino su capacidad, que es tanto como decir, su eficacia -ha alegado-. El voto de la investidura no es un descargo de responsabilidad. No es eso. Debe ser, sobre todo, un compromiso de futuro y un compromiso para todos”.

Dicho esto, ha insistido en que sabe interpretar lo que los españoles le han querido decir en las urnas y que se esforzará por trazar consensos, lo que no es sinónimo, ha alertado, de que pueda existir un Ejecutivo con “varios criterios” o que se vaya a dedicar a "domoler" su legado, especialmente en lo que concierne a empleo y economía. Finalmente, ha hecho hincapié en que en cuestiones como el cumplimiento con los compromisos con Europa o la elaboración de unos presupuestos, además del control del déficit, será donde primero busque el apoyo de los grupos parlamentarios. Nuevamente, aviso para un PSOE que pasa por delicadísimos momentos.