Tras días de discretas conversaciones con el resto de fuerzas políticas, Mariano Rajoy ha reaparecido este lunes en un acto público en el que ha insistido en que España "necesita un gobierno a la mayor celeridad posible", dado que no puede "permitirse el disparate de que se repitan de nuevo las elecciones". Si bien, si la semana pasada insistía en la necesidad de que haya un Ejecutivo "estable" con un programa acordado para cuatro años, este lunes ha rebajado un poco sus exigencias al abogar por un acuerdo con las fuerzas constitucionalistas "al menos de mínimos para el funcionamiento normal de ese Gobierno en el parlamento".

Para ello, ha reclamado al PSOE y Ciudadanos -sin citarlos- que acepten poner temas "en común" y llegar a acuerdos en torno a "grandes objetivos dentro del marco constitucional", como el empleo o los presupuestos generales del Estado, y "aparquen" aquellos asuntos de los que discrepen del PP.

"España necesita un gobierno que pueda gobernar", ha reflexionado en una visita a una fábrica de cerveza, y lo ideal es que este se forme "rápidamente". En este sentido, el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, se ha mostrado este lunes convencido de que los españoles que se vayan en agosto de vacaciones ya conocerán quien será el próximo presidente del Gobierno.

Asimismo, ha considerado que hay que dar tiempo al PSOE para que celebre el próximo sábado su comité federal y aclare definitivamente que postura adoptar en la investidura de Rajoy.