El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha reconocido tras entrevistarse con Pedro Sánchez que su investidura, que comienza el martes 30 de agosto, será fallida. “Iré con 170 apoyos. No es la primera vez que un presidente sale investido con menos, pero yo solo dispongo de esos”, ha manifestado, en referencia a negativa que le ha trasladado el líder del PSOE a facilitar con una abstención que salga reelegido. Por ello, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que seguirá “intentando” negociar con el PSOE, en su opinión, el único partido que “tiene la llave” que le permitiría reeditar su cargo y, además de buscar el diálogo, acudirá en el futuro a nuevos exámenes parlamentarios “por responsabilidad”.

En este sentido, ha reiterado que el gobierno lo debe encabezar el PP por “respeto a la democracia”. Rajoy ha blandido los 52 escaños de más que saca su formación al PSOE para argumentar que si el principal partido de la oposición “no quiere construir, al menos nobloquee y deje gobernar”.

Siguiendo con esta argumentación, ha sostenido que “desbloquear” la situación “no supone apoyar” al PP “sino permitir algo tan razonable como que haya un gobierno”, una sentencia que llevan repitiendo los dirigentes conservadores con ahínco en los últimos días.

Asimismo, ha reiterado la necesidad de que en España se aprueban los presupuestos, se cumpla con la senda de déficit marcada por Bruselas y se salga de una situación que ha llegado a calificar de “inadmisible” y que empieza a “minar” el crédito internacional del país.

Rajoy ha señalado que no ha hablado con Sánchez sobre si este prevé liderar una alternativa tras el previsible fracaso del presidente en funciones, pero ha considerado que cualquier intento de gobierno que deje fuera al PP es “numéricamente posible” pero “poco razonable”. Por ello, ha concluido, “no hay alternativa viable más que hacer elecciones”.