Aunque la crispación hacía presagiar lo contrario y nada se puede dar por hecho, parece que los partidos han querido dejar margen para que la comisión de reconstrucción no acabe en sonoro fracaso. Las propuestas de los principales grupos parlamentarios soslayan las cuestiones más espinosas y cuentan con bastantes puntos en común, que facilitan, a priori, las negociaciones.

PSOE-UNIDAS PODEMOS: Estado social, sin detalles

Las conclusiones pactadas entre PSOE y Unidas Podemos se basan en la idea de reforzar el Estado social. Pero con pocas concreciones, en aras del acuerdo. En sanidad, subrayan la necesidad de garantizar la atención sanitaria en las residencias de la tercera edad e «inspecciones periódicas». En el mismo sentido, abogan por establecer acreditaciones al personal encargado de los cuidados de los residentes. En el ámbito social, instan a «estudiar la posibilidad» (fórmula que no supone compromiso) de extender temporalmente las moratorias de desahucios y la imposibilidad del corte de suministros.

No incluyen ni el impuesto a las grandes fortunas, que los morados llevaron en su programa electoral, ni la derogación de la reforma laboral, que ambos partidos acordaron en su alianza de gobierno. Aquí defienden la «lucha contra la precariedad y la temporalidad» y abogan por desarrollar «una propuesta legal» sobre el teletrabajo que incluya un nuevo derecho a la desconexión del empleado. En materia fiscal, insisten en una reforma «justa y redistributiva» donde los más ricos aporten más.

PP: Condiciones a las ayudas europeas

Pablo Casado quiere que las ayudas que puedan llegar desde la UE para afrontar la crisis social y económica tengan condiciones, una actitud que Sánchez critica, acusando al PP de trabajar «en contra de España». Los populares reclaman que el Ejecutivo se comprometa a «adoptar las medidas para garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas y la eficacia en la ejecución de los fondos que se reciban». Además, piden que ese dinero se use para «impulsar reformas dirigidas a la sostenibilidad ecológica, la transición digital, el desarrollo económico y el progreso social».

El PP defiende mantener la reforma laboral de Mariano Rajoy que PSOE y Podemos quieren derogar, al menos en sus aspectos «más lesivos». El partido de Casado reclama un plan fiscal específico, con exenciones, bonificaciones y aplazamientos de impuestos estatales, autonómicos y locales para dotar de liquidez a las empresas. Sobre los ERTE por fuerza mayor, defiende que hay que prorrogarlos hasta fin de año «y, si fuera necesario, hasta el primer trimestre del 2021».

En el ámbito sanitario, plantean más de 80 medidas para paliar las «debilidades» y «reformas pendientes» del sistema de salud, como un nuevo modelo de financiación que «permita la sostenibilidad», protocolos coordinados en caso de rebrotes y más recursos a las residencias de mayores, «potenciando la asistencia sanitaria compartida».

ERC: Amarrar las competencias

ERC no quiere volver a la recentralización de competencias ante posibles rebrotes. Para ello, plantea la necesidad de garantizar que, en el caso de que se produzcan nuevos focos o situaciones de pandemia, la Generalitat mantenga sus poderes. Además, piden elevar el gasto en sanidad y educación a costa del presupuesto de Defensa.

En materia económica, ERC propugna la derogación total de las reformas laborales de PSOE y PP, la regulación del teletrabajo, la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales y el impuesto a la riqueza.

CIUDADANOS: Mayor recaudación tributaria

Cs deja de lado su propuesta de reducir impuestos y defiende luchar contra el fraude fiscal y aumentar la recaudación tributaria para poder elevar el gasto público, visión que comparte con el PSOE y Podemos. Los liberales piden que la financiación de la sanidad pública llegue al 7% del PIB y un plan de emergencia social que refuerce los estímulos para el empleo de los beneficiarios del ingreso mínimo vital.