Aunque la mayoría de los catalanes dudan de que el referéndum prometido "sí o sí" por el Gobierno vea la luz, la posibilidad de convocarlo sin permiso del Estado fractura en dos mitades a los entrevistados para el Barómetro Político de Cataluña del GESOP para EL PERIÓDICO. El 49,6% está a favor del denominado RUI(referéndum unilateral de independencia), es decir, apoyan que el Ejecutivo catalán convoque la consulta aun sin el plácet del Gobierno central. Pero el 48,8% rechaza este escenario, un porcentaje en el que conviven tanto quienes desean que se pongan las urnas pero solo si el Estado está de acuerdo como quienes se oponen a que pueda votarse la independencia de Cataluña.

El primero de estos dos bloques, los partidarios de una consulta legal y acordada, es mucho más populoso que el segundo. El 35% de los sondeados defienden el derecho a decidir, pero lo supeditan a un pacto con el Ejecutivo del PP. En cambio, el 13,8% no quieren ni oír hablar de un hipotético referéndum soberanista. Evidentemente, la unilateralidad atrae a los votantes de la CUP (92,6%), ERC (92,2%) y el PDECat (75,4%). Pero dos de cada 10 afines al partido antes llamado Convergència solo apoyarían la consulta si el Estado la autoriza.

El electorado de En Comú Podem también simpatiza bastante con el RUI: un 60,6% de sus votantes lo avalan, aunque un tercio lo condiciona al beneplácito estatal. Claro está que entre los votantes de las fuerzas no secesionistas la vía unilateral tiene escaso tirón. Pero el 41,7% de electores del PP desobedecen a su partido y respaldarían que Cataluña votase sobre la independencia en una consulta pactada. Y el 52% de los votantes de Ciutadans también desoirían las consignas. Menos chocante resulta que el 72,2% de los simpatizantes del PSC apuesten por el derecho a decidir dentro de la ley.

¿ALTA PARTICIPACIÓN?

Si el Gobierno ejecuta la hoja de ruta, suspendida por el Tribunal Constitucional esta misma semana mientras se efectuaba el trabajo de campo del sondeo, y convoca el RUI, dos tercios de la ciudadanía está dispuesta a participar. Lo da por seguro el 52,8% y como probable el 11,5%. En el otro extremo, el 26,4% ya avanzan que no irían a votar y un 6,3% probablemente tampoco. Dato curioso resulta que el 17% de los entrevistados que se declaran no independentistas estén a favor de que el Gobierno convoque el referéndum sin permiso del Estado, y que el 22% manifiesten su voluntad de acudir a las urnas en tal caso.

En cuanto al resultado de la eventual votación, el 'sí' a la secesión cuenta con un colchón de 8,6 puntos sobre el 'no', pero sigue sin llegar al 50% de los votos. La independencia se impondría ahora mismo con el 48,9%, mientras que los detractores se quedarían en el 40,3%. Entre los que aseguran que irían a votar en el referéndum, el apoyo al Estado catalán rebasa el 80%, mientras que los partidarios del no son mayoría entre los que no están seguros de participar o se sitúan en estos momentos en la abstención.