Por primera vez desde que accedió al trono, el rey Felipe VI no presidirá la entrega de despachos de los futuros jueces, que tradicionalmente se realiza en Barcelona y a la que, con anterioridad, también asistía su padre, Juan Carlos I. Según ha informado el Consejo General del Poder Judicial, el acto que se celebrará este viernes en la Escuela Judicial, con sede en Barcelona, será presidido por el presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo, Carlos Lesmes, y no por el monarca, como era tradición.

Durante la ceremonia se hará entrega de despachos a la LXIX promoción de la Escuela Judicial, formada por 29 hombres y 33 mujeres que recibirán el documento que acredita su nombramiento como miembros de la Carrera Judicial y, con ello, quedarán investidos de la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

La ceremonia, que comenzará a las 12:00 horas y será retransmitido en directo en la web www.poderjudicial.es, tendrá lugar por primera vez en la sede de la Escuela Judicial, el órgano técnico del Consejo General del Poder Judicial que desde 1987 proporciona "una preparación integral, especializada y de alta calidad a los miembros de la Carrera Judicial, así como a los aspirantes a ingresar en ella". Desde entonces han pasado por la Escuela los 3.043 integrantes de las últimas 22 promociones de jueces españoles.

Está prevista la asistencia del presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. También asistirán los vocales del CGPJ, el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña, Jesús María Barrientos, y otras autoridades judiciales.

El acto se desarrollará siguiendo las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias para la prevención de contagios por coronavirus: reducción de aforos, distancia interpersonal y uso obligatorio de mascarilla. Las autoridades, invitados y miembros de los medios de comunicación que se desplacen a la Escuela Judicial deberán cumplimentar un formulario sanitario en el que se declara no presentar síntomas de COVID-19 y se presta consentimiento para la toma de temperatura mediante cámara termográfica de infrarrojos.