El rey Felipe VI afirmó ayer que España y Marruecos deben «seguir reforzando» su cooperación en materia de «gestión migratoria», para hacer frente al «sufrimiento y el drama de pérdidas de vidas humanas que generan las mafias que trafican con seres humanos.» Todo ello, afirmó, con apoyo de la Unión Europea (UE); un respaldo «por el que España ha trabajado y seguirá trabajando».

El Rey subrayó en su intervención que el modelo de cooperación hispano-marroquí en ese ámbito es «reconocido por socios y vecinos». Y recordó la colaboración «igualmente ejemplar» en el ámbito de la seguridad, la lucha contra el terrorismo y la delincuencia, con las fuerzas de seguridad de ambos países y sus servicios de inteligencia trabajando de forma coordinada con «excelentes resultados».

El jefe de Estado también aplaudió que se estén «relanzando las relaciones estratégicas entre Marruecos y la Unión Europea, por las que España siempre ha trabajado». En ese sentido, celebró la reciente aprobación de los acuerdos agrícola y pesquero entre la Unión y Rabat, «que sin duda han favorecido esta nueva dinámica».

Felipe VI pronunció el discurso central de su visita de Estado a Marruecos en el marco de un foro empresarial celebrado en el Ministerio de Exteriores del país anfitrión, ya que en la parte más institucional del viaje oficial -el miércoles, junto a Mohamed VI- no hubo intervenciones públicas. Por eso, el Monarca aprovechó la ocasión para agradecer «la generosa hospitalidad y el afecto fraternal» con que les recibió el rey alauí y dejar claro que son tiempos «propicios» para explotar «al máximo las buenas relaciones» e impulsarlas todavía más.

«Marruecos -afirmó el Rey de España- siempre encontrará en España un socio leal y comprometido para apoyar su progreso en todos los ámbitos», ha dicho el Rey. Con ese objetivo, ha llamado a los empresarios a compartir esfuerzos para seguir reforzando la relación y persiguiendo el progreso.

NEXO DE UNIÓN / España y Marruecos, según apuntó Felipe VI, son «verdaderos socios estratégicos» y quieren «construir una alianza pionera» y que lidere toda la asociación euromediterránea, y de esa forma contribuir al acercamiento entre las dos orillas de este mar y, a la vez, entre Europa y el continente africano.

España es hoy el primer proveedor y el primer cliente de Marruecos, con flujos comerciales que alcanzan los 14.500 millones de euros al año, pero el Rey hizo un llamamiento a «ir más allá», definir nuevos ámbitos para la cooperación económica y comercial y expandirla hacia África subsahariana.

Felipe VI describió a Marruecos como polo de estabilidad política e institucional, de modernización y de crecimiento económico en su región, cosa que le ha permitido atraer importantes inversiones. El Monarca elogió también la senda emprendida por el país magrebí para modernizar sus infraestructuras, sus instituciones y su economía y para mejorar el clima de negocio.

En los últimos siete años, el país ha avanzado 60 puestos en el ranking Doing Business del Banco Mundial. La principal partida exportadora de Marruecos hoy en día son los automóviles: produce 400.000 vehículos al año y los exporta por más de 6.000 millones de euros.

En ese contexto, aprovechó para llamar a aprovechar las sinergias que puede haber entre ambos países.