El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha abierto a pactar también con el PSOE y no solo con el PP, como había hecho hasta ahora, siempre y cuando el líder socialista asuma un decálogo de reformas de calado que incluye frenar al presidente de la Generalitat, Quim Torra. Aunque Rivera aspira a liderar el próximo Ejecutivo, "si los españoles deciden que sea el PSOE quien gobierne" y envían a Cs a la oposición, apoyará a Sánchez si asume las "reformas de Estado" que plantea el partido naranja, ha asegurado Rivera en su primer acto de precampaña celebrado en el auditorio de la Mutua Madrileña.

"Me comprometo a convencer al PSOE de que rectifique, de que vuelva al constitucionalismo, al consenso y a los grandes pactos de Estado, de que vuelva a sentarse con nosotros para apoyar o para liderar, dependiendo de lo que digan los españoles", ha advertido.

Encuestas desfavorables

El giro de Ciudadanos coincide con la divulgación de la últimas encuestas donde es el único partido que se desploma claramente, después de meses en que buena parte de sus fundadores lo han abandonado por haberse cerrado a la posibilidad de pactar con Pedro Sánchez. "Tenemos que unirnos para poner lo que nos une por encima de lo que nos divide", dice ahora el líder de la formación naranja.

Pocos días antes del concluir el límite para la investidura, Rivera ya lanzó una oferta para apoyar a Pedro Sánchez, pero estaba condicionada a que éste suscribiera la propuestas de Ciudadanos y a que se sumara el PP, que se negó a hacerlo. Esta vez el giro va mucho más allá y el acercamiento parece muy factible dado que las condiciones son muy genéricas y se centran en reformas sociales en las que no es difícil alcanzar acuerdos, según han indicado fuentes de Ciudadanos. Ni siquiera son "exigencias", sino "propuestas".

La formación naranja no se plantea en ningún caso entrar en un hipotético gabinete socialista, sino dar estabilidad a la legislatura con una abstención o incluso no descartan un voto a favor, han señalado las mismas fuentes. El objetivo es evitar que el presidente se apoye "en separatistas, nacionalistas y populistas".

También justifican el volantazo en que antes el PSOE tenía una alternativa para gobernar pero al final no se ha materializado y ese bloqueo no puede volver a repetirse. "Los partidos tienen la obligación de moverse ante esa posibilidad y el hartazgo de la ciudadanía", han señalado.

Las reformas

El propio Rivera ha explicado las reformas que propone en estos términos: "Tenemos que unirnos por la natalidad y el apoyo a las familias, la educación, contra la despoblación, premiar la meritocracia, bajar los impuestos a las familias, garantizar las pensiones dignas, luchar contra la precariedad, cambiar la ley electoral, por una sanidad igual para todos y, sobre todo, defender España contra aquellos que quieren separarnos".

El líder socialista había acentuado en las últimas fechas sus ataques al independentismo, sin ningún reparo en amenazar con aplicar la ley de Seguridad Nacional o el 155, el mantra que durante meses ha estado esgrimiendo Rivera.