La convocatoria anticipada de elecciones ha puesto en marcha la máquina electoral de Ciudadanos. En su primer discurso tras conocer la fecha de los comicios, el presidente del partido, Albert Rivera, ha apelado a construir un futuro Gobierno junto a los partidos "constitucionalistas", de donde no ha excluido a Vox. Incluso, ha puesto al Ejecutivo andaluz, formado por populares y liberales y apoyado por los ultras de extrema derecha, como ejemplo a reeditar a nivel nacional.

En una rueda de prensa, Rivera ya ha marcado cuáles son, a su parecer, los ejes sobre los que girará la decisión de los españoles en las urnas. Por una lado ha esgrimido que los ciudadanos deberán elegir entre un proyecto "liberal", encarnado por Cs, o uno "conservador" impulsado por el PP. Además, ha establecido otra encrucijada: "Si Sánchez o Cs".

Ante la última de las posiblidades, Rivera ha pedido llenar las urnas con "votos constitucionalistas" para lograr una mayoría parlamentaria que mande a la oposición al PSOE de Sánchez. "El Gobierno Frankenstein ha muerto", ha asegurado en alusión al bloque de PSOE, Podemos, PNV y los independentistas que permitió sacar adelante la moción de censura a Mariano Rajoy. En este sentido, Rivera ha avisado de que, tras las elecciones, Sánchez puede buscar reeditar los pactos de esta legislatura y "resucitar a Frankenstein" pactando con los "que quieren liquidar" el país.

"Sánchez tiene secuestrado al PSOE, y mientras el PSOE esté secuestrado no es una alternativa constitucionalista", ha lamentado Rivera antes de asegurar que "ojalá el PSOE fuera el que fue". Las palabras del líder naranja han sido entendidas de distintas manera entre los periodistas presentes en la rueda de prensa. Mientras que unos aseguran que es un portazo total a un acuerdo con los socialistas otros creen que la negativa solo hace referencia a un PSOE dirigido por Sánchez. Independientemente del significado de sus palabras, cabe recordar que en el año 2016 Rivera aseguró, en varias ocasiones, que no apoyaría la investidura de Mariano Rajoy. Sin embargo, el expresidente logró seguir en la Moncloa gracias a los votos de los naranjas.