Pasada la investidura llega el turno de los Presupuestos Generales del Estado, la tarea más urgente que tiene sobre la mesa el Gobierno deMariano Rajoy. Bruselas está al acecho y ya, con el Ejecutivo con plenas funciones, no hay más excusas para poner negro sobre blanco cómo se va a seguir reduciendo el déficit el año próximo. Según los cálculos, el ajuste deberá ser de 5.500 millones de euros.

El presidente necesitará el apoyo de otros grupos para sacarlos adelante y Ciudadanos está dispuesto a dárselo siempre que el PP cumpla con sus principales reclamaciones, incluidas en el acuerdo de investidura con 150 medidas pactadas el pasado verano. Albert Rivera telefoneó a Rajoy el sábado para preguntarle cuándo se pueden sentar sus equipos para negociarlos, pero el jefe del Ejecutivo le pidió unos días para que los ministros se asienten en sus departamentos y nombren a sus equipos. En esa conversación, el presidente del partido naranja le advirtió de que no va a aceptar recortes "en educación o sanidad" ni tampoco "subidas de IVA o el IRPF". "Le pedí que cumpla el acuerdo [de 150 medidas]. Ni más ni menos", ha declarado en una rueda de prensa este lunes en la sede del partido en Madrid.

Rivera ha dicho que "ya no hay dónde recortar" en políticas sociales y que ha llegado el momento de "devolver a la clase media su esfuerzo" durante la crisis. El político catalán reclama que se "pinche la burbuja política", y se recorte en duplicidades y en partidas para las diputaciones; se recaude más con la lucha contra el fraude fiscal y se corrija la reforma del impuesto de sociedades para que las grandes empresas no se escabullan y acaben pagando.

"Vamos a exigir cambios y a pedirle al resto de grupos de la oposición que nos ayuden a que den ese giro a las políticas económicas y sociales del PP", ha afirmado en la conferencia de prensa.