Albert Rivera ha tratado de arrinconar a Pablo Casado para centrar sus dardos en Pedro Sánchez en su primer mitin de precampaña en Barcelona. El presidente del Gobierno ha sido el blanco de la mayoría de sus reproches, por "haber entregado las llaves del país a quienes quieren liquidarlo". "Eso debería llevarlo tatuado cualquier presidente", ha advertido con la lección aprendida, proclamándose como candidato a las primarias del partido para llegar a la Moncloa.

Recibido a gritos de "presidente, presidente" en el AC Hotel Barcelona Forum, Rivera ha acusado a Sánchez de ser un "gran dinamitador, un obstáculo, para el diálogo entre constitucionalistas", por lo que ha llamado a enviar al PSOE a la bancada de la oposición "con votos, no insultándole". Y se ha erigido como abanderado del "centro" para "enterrar las dos Españas" con el "mejor antídoto: el patriotismo civil". "Con el liberalismo hay que unir a los españoles y no hacer trincheras", ha apostillado, esforzándose en no ser encasillado en el tridente de derechas que gobierna la Junta de Andalucía y tratando de esquivar el eje izquierda-derecha porque, a su juicio, "murieron en términos ideológicos".

El líder de Ciudadanos ha pronunciado un discurso ensalzado de llamamientos a las urnas con tintes heroicos, y sin mencionar ni una sola vez a Vox: "Ya derrotamos las trincheras, el golpe del 23-F, el terrorismo, nos hemos levantado ya de muchas cosas y nos vamos a levantar del sanchismo", ha proclamado, para después preguntar al público si "se hubiesen imaginado montando mesas [de diálogo] paralelas con Tejero", en alusión al deshielo entre el Gobierno y los independentistas. "Es inimaginable. Porque eran estadistas, eran valientes", ha resuelto sobre los liderazgos de aquella etapa.

"Ya basta de pedir perdón por ser español […] No voy a permitir que en mi país se llame facha a quien defiende la Constitución", ha entonado Rivera desde el atril, con especial mención a la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra. "Si les siguen llamando fachas a los que llevan la bandera de su país, les va a ir de maravilla [en las elecciones]", ha ironizado. Y ha pedido a Sánchez que aclare si concederá indultos a los "golpistas".

CONSTITUCIÓN Y 155

Ante lo que considera una "amenaza", ha vuelto a reivindicar la aplicación del 155 y se apoyado en las palabras de la senadora y diputada en el Parlament, Lorena Roldán: "Si Quim Torra le entrega el documento con las 21 exigencias de la infamia, Albert Rivera se lo devuelve con un ejemplar de la Constitución y el 155 subrayado".

Con todo, Rivera ha pedido "pasar página" a las legislaturas del PP y del PSOE, y ha inaugurado que, si bien "el socialismo no tiene respuestas para el siglo XXI y los conservadores no quieren cambiar nada, la batalla del siglo XXI es entre liberales y populistas y nacionalistas". "Estoy cansado de oír a Sánchez hablar de Franco y a Casado del aborto. Abandonemos las trincheras, dejemos de cavar", ha clausurado.

La líder de la oposición, Inés Arrimadas, ha sacado pecho de los últimos resultados electorales del partido y ha cargado contra los socialistas por "haber entregado la educación y los medios de comunicación al separatismo" durante el tripartito, y a los populares por haber pactado con Jordi Pujol y Artur Mas. "Tanto el PP como el PSOE nos han vendido nos han entregado como un botín a los nacionalistas", ha afirmado, y ha sentenciado que Ciudadanos "nunca" ha dado el brazo a torcer.

No se ha olvidado tampoco de Sánchez y ha censurado que le avergüenza "que haya confundido Cataluña con el racista y el xenófobo de Torra".