Nuevo giro de Albert Rivera. Esta vez un cambio que puede evitar otra repetición electoral. En un momento en que las encuestas le otorgan pésimos resultados, el presidente de Ciudadanos anunció ayer que levanta el veto a Pedro Sánchez y se abre también a pactar con el PSOE. No solo con el PP, como había hecho hasta ahora. El objetivo es «acabar con el bloqueo». La condición, que el líder socialista asuma un decálogo de reformas que incluye frenar al presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Aunque Rivera aspira a liderar el próximo Ejecutivo, «si los españoles deciden que sea el PSOE quien gobierne» y envían a Cs a la oposición, apoyará a Sánchez si asume las «reformas de Estado» que plantea el partido naranja, aseguró ayer el líder de la formación naranja en su primer acto de precampaña -cuyo lema será España en Marcha-, celebrado en el auditorio de la Mutua Madrileña.

«Me comprometo a convencer al PSOE de que rectifique, de que vuelva al constitucionalismo, al consenso y a los grandes pactos de Estado, de que vuelva a sentarse con nosotros para apoyar o para liderar, dependiendo de lo que digan los españoles», añadió.

LA RESPUESTA / Horas después, en un mitin en Vigo, Sánchez le respondió con desdén que no busca «su apoyo», sino que le basta con que «no bloquee la formación» la investidura. «Parece que hoy Ciudadanos nos ha levantado el castigo si nos portamos bien», dijo antes de afearle la incoherencia de prometer el apoyo a los socialistas mientras «gobierna con la ultraderecha en toda España». La rectificación de Rivera se produce después después de ocho meses de vetos durante los cuales buena parte de los fundadores de Cs han abandonado la formación por su negativa a pactar con Sánchez. «Los españoles tienen que poner lo que les une por encima de lo que los divide», sostuvo ayer.

Pocos días antes de concluir el límite para la investidura, Rivera ya lanzó una oferta para apoyar a Pedro Sánchez, pero estaba condicionada a que éste suscribiera la propuestas de Ciudadanos y a que se sumara el PP, que se negó a hacerlo. Esta vez el giro va mucho más allá y el acercamiento parece muy factible dado que las condiciones son muy genéricas y se centran en reformas sociales en las que no es difícil alcanzar acuerdos, según indicaron fuentes de Cs. Ni siquiera son «exigencias», sino «propuestas».

NO A UNA COALICIÓN / La formación naranja no se plantea en ningún caso entrar en un hipotético gabinete socialista, sino dar estabilidad a la legislatura con una abstención o incluso no descartan un voto a favor. También justifican el volantazo en que antes el PSOE tenía una alternativa para gobernar pero al final no se ha materializado.

El propio Rivera detalló su decálogo de reformas para España: «Tenemos que unirnos por la natalidad y el apoyo a las familias, la educación, contra la despoblación, premiar la meritocracia, bajar los impuestos a las familias, garantizar las pensiones dignas, luchar contra la precariedad, cambiar la ley electoral, por una sanidad igual para todos y, sobre todo, defender España contra aquellos que quieren separarnos».