"Venimos a colaborar con la democracia, para que haya un diálogo en Venezuela, para que no haya presos políticos, para que haya alimentos y medicinas y se acabe esta crisis humanitaria", ha manifestado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a su llegada al país caribeño. Rivera ha aterrizado este martes en Caracas para respaldar a la oposición parlamentaria a Nicolás Maduro.

El dirigente del partido naranja ha sido recibido por el embajador de España en Caracas, Antonio Martínez Hernández. En la comitiva de bienvenida también ha estado presente Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, el opositor encarcelado por los luctuosos sucesos de abril del 2014, y que Rivera calificó de "preso político".

Frente a los micrófonos y las cámaras, el político español ha manifestado a los venezolanos que el problema de ese país reside en "el modelo económico, el modelo social, y en la falta de libertades". Para el dirigente de Ciudadanos, la sociedad venezolana no debe buscar "enemigos externos", como suele hacerlo el chavismo para explicar sus dificultades, "cuando uno tiene enemigos internos". A su juicio, la discusión sobre el estado de las cosas en Venezuela "se tiene que abrir tarde o temprano".

Rivera ha llegado a Venezuela pocos días después de que el exjefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero esbozara, acompañado de la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), un intento de mediación entre el chavismo y la Mesa de Unidad Democrática (MUD).

Rivera también ha recordado a los propios socialistas españoles lo problemático de esa visita. Aunque ha asegurado que no quiere entrar en "polémicas" y servir a su modo al "diálogo", el dirigente se ha mostrado declaradamente a favor de la convocatoria de un referéndum revocatorio del mandato presidencial, a lo que el chavismo se niega de manera rotunda, al menos este año. "Yo estoy de acuerdo en que un referéndum revocatorio es excepcional, pero la situación que vive Venezuela también lo es. No tener alimentos, medicinas, no tener libertad es motivo suficiente para que un revocatorio como mínimo constitucionalmente sea respetado", ha expresado en el aeropuerto de Maiquetía.

IRRITACIÓN DEL CHAVISMO

El chavismo no ha podido contener su irritación por la visita de Rivera. Antes de que aterrizara en suelo venezolano, Diosdado Cabello, uno de sus referentes, llegó a amenazar con expulsarlo. "No se puede permitir más eso, que venga un irresponsable a conspirar", dijo Cabello.

"Los españoles queremos ayudar, seguimos respetando el diálogo efectivo que tiene que llevar a cabo la democracia venezolana", ha replicado Rivera a la prensa caraqueña.

El líder de Ciudadanos tiene previsto este martes hablar en la Asamblea Nacional (AN), el contrapoder político en Venezuela, y en manos de la MUD desde enero. También se reunirá en particular con Henrique Capriles, el principal impulsor del referéndum, y con familiares de los opositores que están detenidos y criticaron agriamente el papel que intenta desempeñar Zapatero. A su vez, se encontrará con representantes de la comunidad española. "Hay más de 200.000 españoles en Venezuela, y también empresas españolas, y trabajadores españoles y quiero saber también su primera impresión de cómo ven aquí la situación del país", ha explicado.

La presencia de Rivera en Caracas coincide con el llamamiento que hizo a la Unión Europea el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, de no permanecer impasible ante la coyuntura venezolana. "La amenaza latente de un estallido social exige que actuemos y nos impliquemos en la búsqueda de una solución a la crisis humanitaria y a la crisis política", añadió García-Margallo.