El auto del Tribunal Supremo (TS) conocido ayer no varía los planes de Pedro Sánchez, que continúa determinado a reunirse con Quim Torra en Barcelona a principios de febrero. Fuentes gubernamentales argumentan que el dirigente independentista sigue siendo presidente de la Generalitat y que «ahora corresponde al Parlamento de Cataluña tomar las decisiones oportunas, tal y como en su momento determinó la Junta Electoral Central». Es decir, la cita sigue en pie. Todavía no hay día cerrado. La Moncloa asegura que los dos equipos están aún coordinándose para encontrar el hueco en sus respectivas agendas.

El jefe del Ejecutivo declinó confirmar que mantiene la reunión ante los micrófonos de la prensa, cuando hizo unas declaraciones en Mallorca tras visitar las zonas devastadas por el temporal de levante. Sí se pronunció la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien defendió que en la decisión del TS «no hay jurídicamente ninguna oposición a que [Torra] pueda continuar como president». Antigua magistrada de ese mismo tribunal, Robles subrayó que el fallo conocido ayer hace referencia únicamente al escaño del dirigente independentista, y no a su cargo al frente del Govern, sobre el que, opinó, quien tendrá la última palabra es el Parlament.

En los antípodas, el PP. Conocida la decisión del Supremo, Pablo Casado aseguró que se querellará contra el Gobierno «si no hace nada» para apartar a Torra de su escaño y hará lo propio contra Sánchez también si no suspende su reunión con el president, informa Pilar Santos. El líder del PP ya había advertido al jefe del Ejecutivo en el debate de investidura que actuaría en contra de él directamente si se mantenía impasible ante las decisiones de los tribunales.

TAMBIÉN CONTRA TORRENT / Además, el PP interpondrá otra querella contra Torra si no abandona su cargo en el Gobierno catalán y también contra el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, si no convoca un pleno para elegir al sucesor.

En opinión de Casado, la resolución del Supremo es de «extrema gravedad» y no se puede considerar a Torra «interlocutor válido».

La portavoz de Cs, Inés Arrimadas, acusó a Sánchez de «ser el último en enterarse de que Torra está inhabilitado y condenado por desobedecer y de que no se merece que se le trate como a un presidente más». La continuidad del Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos, dijo, «depende de los separatistas» y por eso Sánchez «habla mucho con Torra».