La coalición de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ya está cerrada. Solo queda lograr la difícil abstención de ERC para investir al líder socialista y el Consejo de Ministros bicolor que los secretarios generales del PSOE y Podemos han pactado eche a andar. Y antes de que esto ocurra, la cabeza de lista de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, no ha querido guardarse lo que piensa de la alianza: "Somos una barrera a las derechas, nunca por acción u omisión gobernará la derecha si depende de nuestro voto, pero no gobernamos con el PSOE".

Rodríguez, contraria a la coalición, ha querido dejar bien claro que el nacimiento de Podemos del 15-M no buscaba acabar en las instituciones de la mano de los socialista y, en un documento publico en la web de Podemos Andalucía, ha señalado cuáles pueden ser los riesgos de dar este paso. En primer lugar, recrimina que Gobernar con el PSOE sitúa a los del puño y la rosa en "el boque del cambio y no son cambio sino continuidad". Además, destaca el "desgaste" de tener que asumir las "contradicciones" de otro partido que suele apropiarse los méritos.

En su crítica también añade el peligro de crear "vínculos de adhesión y lealtad con los socios que impiden cualquier tipo de crítica a la gestión del otro partido en el seno del Gobierno". En último lugar, expone que supone "abandonar la oposición de izquierdas al gobierno y dejar el discurso de la impugnación a Vox", algo que, en su opinión, "es peligroso".

EL CAMINO DE LA ALIANZA

"Nosotras no gobernábamos con el PSOE", recuerda Rodríguez en el documento donde señala que en los orígenes de la formación morada se recuperaban derechos "investidura a investidura, presupuesto a presupuesto, ley a ley". "Sin embargo, un día eso cambió", lamenta la líder andaluza recordando que la primera coalición con el PSOE fue en Castilla-La Mancha, donde ahora los morados no tienen representación.

"Pero lejos de dar por contrastada la experiencia y sin debate previo en ningún órgano, hubo giro de timón, la consigna: gobernar en todos los sitios que se pueda, utilizar además esos gobiernos de coalición para ser la palanca de presión de la coalición final, la del gobierno del Estado", sentencia Rodríguez.

Regresando a los inicios de Podemos, la política andaluza escribe: "Frente a los partidos de gatos rojos y gatos azules nosotras estábamos construyendo el partido de los ratones". Unas líneas más abajo, pone sobre el papel el escaso debate interno que ha habido en la formación morada ante esta decisión de Iglesias: "¿Nadie iba a advertir de los riesgos evidentes de gobernar con gatos cuando eres un ratón?".

"Esgrimimos el derecho a expresar una crítica política, una discrepancia leal. Sería mucho más fácil para nosotras agazaparnos y disimular mientras conspiramos secretamente esperando nuestra oportunidad. No es nuestro estilo", concluye sus reproches a la dirección estatal a cerca de los escasos marcos orgánicos que existen para convertir la crítica en propuestas.