Intervención plenamente programática de Marta Rovira en el foro de debate Primera Plan@ de El Periódico de Catalunya, muy en la línea de su campaña electoral en la que ERC se ha abstenido de lanzar grandes proclamas independentistas. Rovira se centró en las cuestiones programáticas en un día marcado aún por el estudio de Esade que revela los efectos nocivos de la inestabilidad política en la marcha de la economía catalana. Rovira fue tajante y, amparándose en otro estudio, el de la consultora KPMG hecho a cuenta de la candidatura barcelonesa para ser sede de la Agencia Europea del Medicamento, señaló que el principal impedimento de la capital catalana era una economía demasiado marcada «por la corrupción».

«No podemos negar que hay desazón en el ámbito económico, pero hay que huir del discurso catastrofista», apuntó la candidata real de los republicanos ante el encarcelamiento de Oriol Junqueras en el Centro Penitenciario Madrid VII. «Hasta el 1 de octubre teníamos una economía que marcaba récords. Lo que es obvio es que lo que no puede soportar la economía es la violencia policial y el no ir por vías negociadas», dijo antes de señalar al Gobierno de Rajoy: «Y lo que tampoco puede soportar son las presiones del Estado y el decreto exprés para facilitar el traslado de las sedes corporativas».

LA CORRUPCIÓN DEL PP / En referencia a ese informe de la consultora, Rovira recordó, dardo mediante a CDC/PDECat, que también ha habido corrupción en Cataluña y que su partido, en cambio, presenta un expediente impoluto tras más de 86 años de historia. «Pero el PP tiene 65 procedimientos abiertos por corrupción y cuenta con 12 de los 14 ministros del Gobierno de José María Aznar imputados por malversación y fraude», señaló.

Otro de los problemas detectados en la economía catalana, y que Rovira insinuó que se soslaya voluntariamente por algunos actores, es el déficit de infraestructuras que redunda en una falta de conectividad de Barcelona. El ejemplo concreto que puso es que al aeropuerto de El Prat no se le permita desarrollarse según sus capacidades impidiendo que devenga «un hub internacional», punto clave, este, para la agencia del medicamento. En el mismo capítulo de falta de inversión están, claro, los enlaces ferroviarios del puerto y, como no, el corredor mediterráneo.

Es en materia fiscal donde Rovirea concretó una propuesta ya lanzada en esta campaña: la reducción del IRPF a las rentas más bajas. La cifró en un punto, dejando el tipo marginal del 12% al 11%, interviniendo para ello en el tramo autonómico.

LAS RENTAS BAJAS PAGAN MÁS / «Las rentas más bajas son las más gravadas y hay que poner fin a eso. La medida cuesta 200 millones y esa es una cifra asumbible, aun con la infrafinanciación que sufre Catalunya», aseveró. La forma de compensar la pérdida de ingresos sería con un aumento del impuesto de transmisiones patrimoniales, en operaciones de carácter meramente especulativo.

Acerca del duelo cada vez menos larvado que se vive en la trinchera independentista entre su fuerza y la candidatura de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, acerca de quién debe de ser el ungido como presidente tras el 21-D, Rovira afirmó que el candidato de su partido es Junqueras y que ERC desea gobernar con el objetivo de «construir república» y «abrir debates constituyentes».

Requirió un «gran mandato democrático» y aceptó, eso sí, que superar ese 50% daría aún mayor fuerza al secesionismo que propugnan.