E n el primer pacto global que se sellará los próximos días, el PSOE y el PP, junto a Unidas Podemos y el PNV, acordaron renovar ayer el Consejo de Administración de RTVE. El entendimiento llegó a primera hora de la mañana, justo antes de la votación que tuvo lugar en el Congreso, en la que seis integrantes del organismo fueron elegidos por más de dos tercios de los diputados, dentro de un proceso en el que el Senado elegirá a otros cuatro.

Esto solo es el principio de la renovación institucional que encaran socialistas y conservadores, tras años en los que esta negociación ha sido imposible de llevar a buen puerto debido a la negativa del partido de Pablo Casado. En los «próximos días», coincidieron en el PSOE y el PP (este último partido no citó a morados y nacionalistas vascos entre los participantes del pacto sobre RTVE), se intentará alcanzar un acuerdo que permita desbloquear, por fin, órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, la Agencia Española de Protección de Datos y el Defensor del Pueblo, cargo que salvo sorpresas ocupará el exministro Ángel Gabilondo.

Los populares se habían negado hasta ahora a negociar con el Gobierno, pese a los diversos intentos en este sentido, debido a su miedo a Vox. Primero, ante la moción de censura que el partido ultra presentó en otoño contra Pedro Sánchez. Después, ante las elecciones catalanas del 14-F. Ahora, la ausencia de citas electorales propicia un cambio de actitud por parte de Casado, como se plasmó el miércoles en el Congreso.

Los propuestos recibieron cada uno 249 votos de los 350 totales que componen el Congreso. Los diputados de Vox fueron rápidos a la hora de aprovechar el pacto entre socialistas y populares para intentar desgastar a Casado. «¡Que se besen! ¡Que se besen!», gritaron sus diputados. El partido ultra había amenazado el día anterior al PP con presentar una nueva moción de censura contra Sánchez para volver a retratar a Casado, que ya votó en contra en la primera iniciativa de este tipo presentada por Santiago Abascal. A partir de ahora, tendrán una baza más para identificar al líder de los conservadores con Sánchez. «Es el gran teatro. Terminan las elecciones y vuelve el consenso entre el PSOE y el PP», dijo Manuel Mariscal, diputado de extrema derecha. También Cs se desmarcó del acuerdo. «El asalto a RTVE es el primer lote de la gran subasta del Estado perpetrada por el PSOE y el PP junto a Podemos y los nacionalistas», denunció Guillermo Díaz. A juicio del dirigente naranja, resulta incomprensible que, en plena crisis económica y sanitaria, los dos principales partidos solo se pongan de acuerdo en cómo repartirse el poder institucional.

Los conservadores defendieron el pacto, con críticas a la línea editorial de la radio y televisión públicas desde que Sánchez llegó a la Moncloa, hace más de dos años y medio. Según la portavoz adjunta del grupo popular en el Congreso, Macarena Montesinos, era urgente «rescatar el sentido de servicio público de RTVE de esas malas prácticas sectarias y manipuladoras en las que tan cómodo se ha encontrado el Gobierno» durante este periodo.

El sector socialista del Gobierno se centró en subrayar el cambio de actitud del partido de Casado. «Finalmente, el PP ha considerado que es más rentable llegar a acuerdos que estar en el bloqueo. Es lo que quiere la gente», dijo José Luis Ábalos, ministro de Transportes. Desde Podemos, su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, insistió en que, al igual que en RTVE, en el CGPJ habrá representantes propuestos por su partido, en contra de los deseos del PP.

Ahora el proceso se trasladará al Senado, que debe elegir a cuatro integrantes: Colom, Cascajosa Virino, Lakidaín Zabalza y Aparicio Avendaño. Laúltima fase será elegir en el pleno del Congreso al nuevo presidente. H