La finta que realizó este miércoles Rita Barberá a su ya expartido,dándose de baja del PP pero aferrándose a su escaño en el Senado, ha abierto una nueva grieta en la formación conservadora pues, mientras la inmensa mayoría de dirigentes consideran que la exalcaldesa debería renunciar a su acta de senadora y así lo expresan en público y privado, de forma sorprendente, la número dos del PP, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, una de las negociadoras en nombre de Mariano Rajoy con Barberá, ha justificado que la senadora se mantenga en la Cámara Alta, y ha pedido "un mínimo respeto a la presunción de inocencia". Es más, ha negado que el partido pidiera a Barberá su acta, todo lo contrario de la versión mantenida a primera hora por el vicesecretario de organización, Fernando Martínez-Maillo, quien implícitamente ha confirmado que la pretensión inicial de su partido era un paso atrás completo pero que, al no conseguirlo, el PP amenazó a la senadora con expulsarla y esta, para evitarlo, se dió de baja del PP voluntariamente.

Cospedal, en declaraciones a los medios en un acto electoral en Santiago de Compostela, ha recalcado que la exalcaldesa de València tiene "derecho a poder defenderse" y ha recordado que "todavía ni siquiera ha ido a declarar", por lo que ha reclamado "un mínimo de respeto a la presunción de inocencia". "¿Conoce a muchos ciudadanos que sin haber ido a declarar por aportar 1.000 euros tengan que dejar un escaño?, Yo, no", ha llegado a afirmar, poniéndose así del lado de la exregidora, que proclama su inocencia, pese a que el juez del 'caso Taula' ha imputado a 47 personas, entre ellas todos sus antiguos colaboradores, y el Supremo ha visto indicios como para abrir una causa penal.

Asimismo, ha considerado que Barberá ha intentado hacer lo que considera mejor "para los intereses generales, para el PP y para poder defender su inocencia".

EL CHOQUE

Estas declaraciones chocan con las de otros dirigentes conservadores que desde primera hora de la mañana han afeado la decisión de Barberá. Uno de estos dirigentes ha sido el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, quien en una entrevista en Antena 3 ha considerado que la renuncia al escaño sería "lo normal" una vez que el Tribunal Supremo ha decidido abrir causa penal contra la exregidora. Según ha argumentado, es lo que han realizado otros miembros del PP cuando han sido procesados y ha rechazado que la actitud del partido contra la todavía senadora se deba a las presiones de Ciudadanos a cambio de mantener su apoyo a Mariano Rajoy.

Guindos no ha querido entrar en detalles sobre la decisión del PP, la pasada legislatura, de colocar a Barberá en la Diputación Permanente, con lo que siguió siendo senadora incluso cuando las Cámaras se disolvieron para las elecciones del 26-J, manteniendo así su aforamiento. No obstante, el titular de Economía ha dejado claro que cuando el partido tomó aquella decisión todavía no estaba imputada. "Cuando estás investigado entras en un nuevo territorio", ha remarcado, si bien ha reconocido que una imputación judicial, como sucede en muchas ocasiones puede "acabar en nada".

La posición de Guindos no deja de sorprender, máxime después del escándalo que generó su decisión de promocionar al exministro de Industria José Manuel Soria (que tuvo que renunciar para el Banco Mundial, meses después de su renuncia por aparecer en los 'papeles de Panamá').

"NO ES EJEMPLAR"

Quien también ha reprochado la salida a medias de Barberá ha sido el vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto, uno de los dirigentes del partido más intransigentes con los casos de corrupción. "No es ejemplar mantenerse en el escaño exclusivamente para disfrutar de una posición de aforamiento", ha asegurado en declaraciones a RNE.

Maroto ha cargado duramente contra Barberá, de quien ha considerado que en el "final de su carrera" no cumple con los requisitos de "dignidad" y "ejemplaridad" con el que los políticos deben ejercer su vida personal. "No cumple ninguna de las dos cosas y lo lamento profundamente porque en su comunicado y en sus expresiones dice que no quiere hacer daño ni al partido ni a las instituciones y, desgraciadamente, hemos comprobado que no está siendo así", ha remarcado.

EL PP VALENCIANO

La postura de Cospedal es además contradictoria con la del PP valenciano. Su líder, Isabel Bonig, lleva meses intentando exhibir renovación, y que su formación ha pasado página de los episodios de corrupción pasados. Esta mañana también ha considerado que Barberá tiene que dejar su escaño y por ello el PP en Les Corts se ha unido al resto de los grupos para solicitarla que dimita.