Todas las acciones y palabras de Pedro Sánchez sobre la salida de España por parte de Juan Carlos I, cercado por los casos de corrupción, se dirigen a un único objetivo: proteger a Felipe VI. Con el país en una crisis sanitaria, social, económica y territorial, lo último que quiere el presidente es que las sospechas sobre el Rey emérito desemboquen también en una crisis institucional que puede llevarse por delante al actual jefe del Estado. En su tradicional comparecencia veraniega para hacer balance de las iniciativas llevadas a cabo por el Ejecutivo, un día después de la marcha de Juan Carlos I, Sánchez defendió ayer a la Casa del Rey, insistió en que el Monarca ha sabido «apartarse» de su antecesor y pidió que los actos del padre no salpiquen al hijo y a la institución que representa.

Sánchez, desde la Moncloa, echó mano de la historia reciente de España, prolija en escándalos de formaciones políticas, empresariales y sindicatos. «Ha habido casos de corrupción en los últimos tiempos que afectaban a los partidos y los agentes sociales y no se han puesto en cuestión ni a los partidos ni a los agentes sociales. Aquí no se juzga a instituciones, se juzga a personas», dijo el jefe del Ejecutivo, en una respuesta preparada al milímetro. Es decir, los presuntos negocios opacos de Juan Carlos I, con cuentas millonarias en Suiza, comisiones ilegales y posibles impagos a Hacienda, son solo suyos, no de Felipe VI.

Esta es una de ellas, quizá la más clara. El PSOE sigue teniendo una vena republicana (sobre todo entre sus bases, no tanto entre sus dirigentes), pero es al mismo tiempo uno de los sostenes de la Casa del Rey. Y lo seguirá siendo. «El Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional, que incluye la monarquía parlamentaria», dijo el presidente. Pero las diferencias con Podemos van más allá. Los morados ven detrás de la marcha («huida», dicen) de Juan Carlos I, que no está siendo investigado por los tribunales suizos y españoles pero lo puede ser en el futuro, un intento de eludir sus responsabilidades judiciales. Sánchez no. El presidente recordó en varias ocasiones que el Rey emérito, a través de su abogado, anunció el lunes que está a disposición de jueces y fiscales para lo que requieran.