Pedro Sánchez ambiciona unos Presupuestos Generales del Estado que tengan un gran apoyo, incluso por encima del listón de la mayoría absoluta, 176 diputados. Y por eso no tendrá reparos en contactar con los cuatro diputados del PDECat en el Congreso si finalmente estos consuman la ruptura con Junts per Catalunya. El abanico se abre y puede facilitar al Ejecutivo de coalición que saque sus primeras cuentas adelante.

El presidente del Gobierno acudió este lunes a primera hora al plató de 'La hora de La 1', el nuevo contenedor matinal que estrenaba TVE y presentado por Mónica López. Era su primera entrevista en televisión del curso político, tras la que la semana pasada concedió en la SER, y fue muy cauto en sus declaraciones. Especialmente respecto a la negociación presupuestaria, aún muy verde. Además, el jefe del Ejecutivo avanzó que llamará esta semana a Quim Torra para intentar reunir la mesa de diálogo en los próximos días, dio su plácet a la fusión de CaixaBank y Bankia —"es una operación con aspectos muy positivos"— y defendió que la información sobre las conversaciones, "muy sensible", solo la conocía Economía, por lo que no dio cuenta de ellas a su socio de coalición, Pablo Iglesias. Operación que ha reabierto las tensiones internas dentro del Gobierno.

Sánchez aseguró que espera tener los Presupuestos aprobados "antes de finales de año". ¿Y tendrán subidas de impuestos? El líder socialista buscó ser deliberadamente inconcreto, dando a entender que puede haber algunas alzas pero no una reforma fiscal progresiva, como le exige ya para este primer año Iglesias. Sí admitió que "es un hecho" que España recauda menos que la media de la UE", por lo que hay "un problema en cuanto a la recaudación de impuestos". Si algo ha demostrado la pandemia, dijo, es que de la crisis se ha de salir con un "Estado del bienestar mucho más fuerte" en áreas como sanidad, ciencia o educación. Pero, al tiempo, el coronavirus ha hecho que el PIB vaya a caer, en el conjunto del año, como nunca antes lo había hecho.

De esta manera, habrá que "amoldar los objetivos políticos y económicos". Es decir, que el objetivo presupuestario debe ser "la recuperación económica, la creación de empleo y la protección social", sin perder de vista una reforma fiscal más a medio plazo.

En todo caso, Sánchez no espera que la negociación de los Presupuestos rompa su Gabinete. El acuerdo "sigue vigente" y "la coalición está fuerte y firme", señaló. "Somos [PSOE y Unidas Podemos] dos partidos distintos, tenemos un acuerdo que nos ata y nos compromete", y ambos quieren que los acuerdos sean "influyentes, no excluyentes", lo que supone "mirar más allá de los bloques ideológicos". El Gobierno, señaló, hará un "esfuerzo" por que los PGE recaben un apoyo lo más "transversal" posible.