El toque de queda está sobre la mesa. En estudio. El Gobierno acepta analizar la propuesta sugerida por la Comunidad de Madrid. Pero también Pedro Sánchez lanza un aviso: si Isabel Díaz Ayuso quiere que se active la herramienta vía estado de alarma, ha de pedirlo ella oficialmente.

El presidente quiere evitar que se repita lo que ocurrió hace quince días, cuando decretó la alarma para confinar perimetralmente la capital y para otros ocho municipios sin el consenso con el Ejecutivo regional. El real decreto se limitaba a dar otro sustento jurídico a las normas acordadas por mayoría en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Sanidad (CISNS), que Ayuso no compartía y que traspuso a la ordenación autonómica utilizando una ley de rango inferior, lo que dio pie a que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid las tumbase. Pero la declaración de alarma dio pie a Ayuso para combatir enérgicamente al Ejecutivo central por actuar de manera "autoritaria".

Esa guerra entre las dos administraciones explica en parte que Sánchez se anduviera con más cautela este martes, en rueda de prensa desde Roma con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y en cierta medida enfriara las palabras de su ministro de Sanidad, Salvador Illa.

"Lo primero y más importante es saber exactamente si la comunidad oficialmente nos está pidiendo el toque de queda o no. Hasta ahora lo que sabemos es que ha habido declaraciones del consejero de Sanidad", Enrique Ruiz Escudero, señaló el presidente desde la capital italiana. El líder socialista recordó que en la tarde de este martes está programada una reunión del Grupo Covid-19 entre los dos gobiernos y ahí entonces el Ejecutivo regional puede formalizar su petición. Madrid, como el resto de las autonomías, tiene el "apoyo total y absoluto del Gobierno" para tomar decisiones que frenen el avance del coronavirus, pero han de concretarlas. Precisar qué le reclaman a Sanidad. "Lo importante es saber qué propone y dice la Comunidad de Madrid. Lo que sí digo es que todos y cada uno de los territorios van a contar con el apoyo del Gobierno", remachó.

Sánchez también subrayó que, además de esa solicitud formal de Ayuso, hay que esperar a escuchar la opinión que las comunidades expresarán el jueves en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). "Cuestión distinta" es la figura jurídica que se emplee para articular unas medidas u otras, indicó. Y es que Illa ya sostuvo esta mañana, tras la reunión del Consejo de Ministros, que el toque de queda ha de instrumentarse a través del estado de alarma, pues no es más que un confinamiento domiciliario parcial, en una determinada franja horaria. "Pero vamos paso a paso, vamos a ver lo que nos pide Madrid, lo que solicitan el resto de gobiernos de las comunidades autónomas", señaló.

El jefe del Ejecutivo recordó que el Ejecutivo lleva trabajando en la actualización del plan de respuesta temprana que este jueves estudiará el CISNS, con el que se pretenderá dar una "respuesta homogénea en función de la situación epidemiológica" a través de un sistema de semáforos o fases. Para dentro de dos días, el Gabinete de coalición espera un "acuerdo" con las autonomías. Sánchez, frente a las críticas de la derecha, que le recriminan que se haya desentendido de la lucha contra la pandemia tras el fin del estado de alarma en toda España, se defendió argumentando que sí ha estado encima: "El Gobierno de España está tomando medidas a nivel nacional, pero a diferencia de lo que ocurrió en la primera ola, en esta segunda ola se está reforzando más si cabe los mecanismos de cogobernanza". Pero son las comunidades, acabó, las que tienen las "competencias".

En cualquier caso, Sánchez recordó que es importante que los ciudadanos sean conscientes de que estamos en una situación "delicada, grave", más aún a las puertas del invierno.