Pedro Sánchez ha desvelado este lunes una anécdota familiar para desmentir a los que sostienen que el PSOE no pactó con Podemos tras el 20-D porque vieja guardia socialista impuso su criterio al del secretario general. En una entrevista en La Sexta, el candidato ha explicado que Pablo Iglesias nunca tuvo ninguna voluntad real de llegar a un entendimiento y que él lo vio claro cuando su madre se lo advirtió. "Mi madre quería que llegásemos a un acuerdo y cuando Iglesias fue a ver al Jefe del Estado, que fue el momento culmen en el que se pidió la vicepresidencia (...) mi madre me llamó y me dijo: 'Pedro, este hombre no quiere pactar contigo'", ha contado, el mismo día en que ha llamado a combatir el desánimo que detecta en las filas socialistas.

Sánchez ha empleado esta historia para subrayar que entre los socialistas sí existía la voluntad de buscar un acercamiento al partido morado, pero que fue la agresividad de Iglesias y su veto a Albert Rivera lo que precipitó la ruptura de las negociaciones. "Yo quise encontrarme con él, le tendí la mano pero me echó entonces el reproche de la cal viva", ha señalado.

El candidato del PSOE también ha criticado la nueva imagen del líder de Podemos, más moderada, con corbata y con un tono sosegado, pero ha advertido que sólo adopta ese tono suave ante la campaña electoral. A su juicio, en cuanto pase el 26-J, Iglesias volverá a mostrar su espíritu más radical. "Volveremos a ver a una persona intransigente", ha augurado.

Aún así, Sánchez se ha comprometido a que volverá a tender la mano al número uno de Unidos Podemos después de los comicios. Su única duda, afirma, es saber si Iglesias volverá a negarse a cerrar un acuerdo con Albert Rivera o si esta vez accederá para conseguir un pacto que desaloje a Mariano Rajoy de la Moncloa.