Es la vez que más claramente ha expresado Pedro Sánchez su optimismo sobre la investidura. Después de dos reuniones oficiales entre los equipos negociadores del PSOE y ERC, amén de múltiples contactos en la sombra, el presidente en funciones ha dado por hecho este miércoles que habrá pacto con el partido independentista. Ese acuerdo será constitucional y público, ha anunciado desde Londres, donde asiste a la cumbre de la OTAN.

Las negociaciones con ERC están encaminadas a conseguir el desbloqueo, toda vez que ha habido otras fuerzas el PP y Cs que se han desentendido. El marco es la Constitución y el Estatut. Aún no hemos llegado a ningún acuerdo, pero le puedo garantizar dos cosas: va a estar dentro de la legalidad democrática y será público, ha señalado. No ha ofrecido más detalles, pero lo cierto es que los republicanos venían reclamando que el acuerdo sea público desde el inicio de las conversaciones. Además, esa transparencia evita a Sánchez las acusaciones de opacidad que puedan llegarle desde la derecha hasta voces de su propio partido.

El presidente ha eludido explicitar en qué fórmula concreta estaría trabajando el PSOE para que el partido independentista pueda hablar de soberanía y autodeterminación dentro de la ley. ERC pide una mesa de negociación entre Generalitat y Gobierno. Hasta ahora, el Ejecutivo señalaba la comisión bilateral que ambas administraciones mantienen para abordar temas competenciales, presupuestarios o sobre inversiones. A juicio de los republicanos la magnitud del conflicto político en Catalunya trasciende lo que puede resolver ese órgano. Los socialistas parecen haber asumido esa reclamación y exploran ahora un cauce para que los independentistas puedan expresar sus reivindicaciones dentro de la ley.

Sabedor de la importancia de avanzar con cautela, Sánchez ha evitado dar detalles sobre el acuerdo o comprometer si puede alcanzarse antes o después de Navidad. Las conversaciones van bien y van bien porque son discretas. Este es un principio esencial. Nosotros defendemos la Constitución y cualquier acuerdo estará bajo ese paraguas, ha asegurado, sin concretar en qué cristalizará la apuesta por la "vía política" que los equipos negociadores tratan de reactivar.