El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la monarquía y ha subrayado que la Casa del Rey se ha distanciado de Juan Carlos I y de sus "supuestas conductas reprobables". Tras la rueda de prensa de balance de antes del verano, Sánchez ha insistido en que en España "se juzga a las personas, no a las instituciones".

"España necesita instituciones robustas y la línea marcada por la Casa del Rey es la adecuada", según Sánchez, que ha insistido en que el Gobierno que preside "considera plenamente vigente el pacto constitucional".

Sánchez ha roto una lanza en favor del sistema democrático. "En este país ha habido casos de corrupción vinculados a partidos y a agente sociales", y nadie los ha cuestionado, ha dicho el presidente, quien también ha subrayado el papel de los medios.

Las palabras del líder socialista, que llevaba semanas presionando a la Casa Real para que abandonara La Zarzuela, se producen solo un día después de que el monarca emérito anunciara su decisión de dejar España para "facilitar" el trabajo a Felipe VI.

Sin revelar el paradero

El presidente ha evitado revelar el paradero del rey emérito y se ha limitado a decir que "lo más importante" es que Juan Carlos I se ha puesto a disposición de la justicia española.

Los despachos entre Casa del Rey y el Gobierno tienen una confidencialidad que "va a respetar", ha justificado Sánchez, que evitado precisar el lugar a donde ha viajado el monarca emérito.

Precisamente, su abogado, Javier Sánchez-Junco, subrayó que Juan Carlos I estará a disposición de la Fiscalía y que cumplirá cualquier trámite judicial que se considere oportuno.