Pedro Sánchez y Ada Colau se han sentado este viernes a recomponer, o a empezar a recomponer, los platos rotos en los últimos años en la relación entre el Gobierno central, Cataluña y Barcelona. Porque tras la reunión de cerca de una hora entre el presidente del Gobierno y la alcaldesa de Barcelona, ambos han puesto en valor el inicio de una nueva etapa de diálogo no solo con la capital catalana, también con la Generalitat.

Del encuentro han salido algunos acuerdos entre los que destaca recuperar mediante un convenio la capitalidad cultural de Barcelona, un vínculo que ya existía con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, y que, para tener una idea de lo que puede suponer en dinero, en el 2010 se tradujo en 25,8 millones de inversión en la capital catalana. El planteamiento es que esa sea la cantidad que se recupere. También se ha hablado de vivienda, y en concreto de la limitación de alquileres que persigue Colau, pero sin concretar más avances.

UNA NUEVA ETAPA

"Ayer vimos un punto de inflexión, una nueva etapa, de diálogo, de respeto; muchos en Cataluña miramos con esperanza al futuro", ha afirmado Colau sobre la reunión que Sánchez celebró con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. "Como ciudad, veníamos de una década perdida, con un Gobierno central que había suspendido sus relaciones con segunda ciudad de España", ha advertido sobre el Ejecutivo de Mariano Rajoy. "Agradezco que la reunión de hoy no solo sea de cordialidad institucional, también de trabajo".

La alcaldesa también se ha referido a la vivienda, y a la necesidad de que cristalice la limitación de alquileres que considera imprescindible para evitar que los barceloneses sigan siendo expulsados de la ciudad por lo prohibitivo que resulta encontrar una vivienda: "Le he trasladado al presidente la necesidad de que haya un borrador en unos meses".

"Cumpliremos con lo pactado en el acuerdo del Gobierno", ha contestado Sánchez, que ha afirmado sobre Barcelona: "Queremos cocapitalidad y queremos coliderazgo". La voluntad de diálogo, ha asegurado, tendrá concreciones. El presidente ha defendido la relevancia del convenio recuperado, que existió hasta el 2011.

UN ACUERDO DE TRES PUNTOS

Sánchez y Colau han firmado un acuerdo de colaboración con tres puntos. El primero es la recuperación de ese convenio, sobre la capitalidad cultural y científica de Barcelona. Una herramienta de financiación de la ciudad que está prevista en la carta municipal que desapareció cuando el PP accedió al Gobierno central. El segundo punto recoge el compromiso del Ejecutivo de Sánchez de apoyar que Barcelona sea ciudad de acogida de la Conferencia Internacional de Educación Superior de la UNESCO, que hasta ahora siempre se ha celebrado en París. El tercer punto es la convocatoria de la comisión de colaboración interadministrativa, en la que participen el Gobierno, el consistorio y la Generalitat, en el que concretar el espíritu de colaboración.

Más allá del buen clima, la reunión deja en el aire lo que más espera Colau de este Gobierno, que es que ponga freno al aumento del coste de la vivienda de alquiler. Una petición que viene de lejos: Colau la lanzó por primera vez en marzo del 2016, cuando recordó que la potestad de limitar las tarifas legalmente corresponde al Estado, si bien la competencia puede delegarse en la Administración autonómica y los ayuntamientos. Como ejemplo, citó el de Berlín. La petición cobra más sentido ante la sensación de que difícilmente se podrá combatir los incrementos de otro modo. Porque la lenta incorporación de vivienda al parque social no está frenando los precios.