Pedro Sánchez rompió ayer el silencio mantenido durante toda la semana sobre los acontecimientos de Cataluña reivindicando que «con un gobierno socialista jamás se hubiese llegado a esta situación». La única vía de solución «es la política, no la penal», insistió, en referencia a los encarcelamientos del exvicepresidente del Govern y los exconsejeros, de los que evitó pronunciarse directamente durante la clausura del XVI Congreso del PSOE de Aragón, en la que fue reelegido como secretario general el presidente aragonés, Javier Lambán.

«Esta semana hemos vivido momentos muy duros, imágenes que nunca hubiéramos querido ver. Nadie ha hecho más que nuestro partido para evitarlas, manteniendo la puerta abierta hasta el último segundo», recordó el secretario general del PSOE, respecto a las gestiones llevadas a cabo por el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ante Carles Puigdemont y el Gobierno.

Sánchez considera la huida del expresidente a Bruselas, la mejor ilustración del «viaje a ninguna parte» que ha empredido «el secesionismo» los ultimos años. Nadie «ha hecho más contra el autogobierno de Cataluña que el secesionismo. La única declaración que necesita Cataluña no es la de la independencia sino la de la concordia y la convivencia», advirtió, añadiendo que «Cataluña no se merece más años de un Gobierno secesionista que desprecia la legalidad». Los independentistas, a su juicio, no solo «han traicionado el verdadero catalanismo», sino que no enarbolan ninguna bandera de izquierdas.