Dos días después de las elecciones del pasado 10 de noviembre, nada más firmar con Pablo Iglesias el acuerdo de coalición, Pedro Sánchez comunicó a Carmen Calvo y José Luis Ábalos su continuidad en el Gobierno. El presidente tenía claro que quería mantener a la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad y al titular de Fomento, pero si había otras parcelas de su Ejecutivo que ya tenía decididas, apenas lo transmitió. Sánchez ha mantenido los nombramientos de ministros como si fuesen un secreto de Estado, y muchos de ellos, tanto los que siguen como los que se van, desconocían su futuro hasta casi ayer, cuando la Moncloa anunció buena parte del nuevo Gobierno.

Hay dos denominadores comunes en la mayoría de nombramientos: la línea continuista, con muchos dirigentes que repiten, y el énfasis en la economía, en un momento de enfriamiento. Los socialistas llevaban tiempo transmitiendo que era necesario reforzar el perfil político del Ejecutivo, para amortiguar el tirón de Iglesias, combatir a una derecha que ve en esta coalición el inicio del fin de España y hacer frente a la crisis territorial en Cataluña. Ese enfoque está presente (la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, muy combativa dialécticamente, será la nueva portavoz), pero Sánchez ha primado sobre todo el perfil económico de los nuevos ministros. «El presidente pretende constituir el mejor equipo económico de la democracia española», señalan en la Moncloa.

ASUNTOS EXTERIORES / Así, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, una de las grandes novedades del nuevo Gobierno, es experta en comercio internacional, que ha pasado por la ONU y la Organización Mundial del Comercio (OMC). El titular de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones será José Luis Escrivá, un economista de dilatada trayectoria que ejercía de presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. La ministra de Economía, Nadia Calviño, será ahora vicepresidenta. Montero compatibilizará su cargo en Hacienda con el de portavoz de un Ejecutivo que con 23 miembros, incluyendo a Sánchez, será el más numeroso de la historia democrática.

Y las primeras medidas del Consejo de Ministros, que en principio se aprobarán el próximo martes, 14 de enero, en una reunión extraordinaria, también serán económicas: subida de las pensiones y del salario de los funcionarios.

Otra de las principales novedades será la llegada de Salvador Illa al Ministerio de Sanidad. Actual secretario de Organización del PSC, la carrera de Illa en la política local y autonómica es larga, pero el departamento que dirigirá suele tener escaso recorrido en este campo.

PESO POLÍTICO / El peso político en la parte socialista del Gobierno lo seguirán teniendo personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez, como Calvo, Ábalos y Montero, mientras que en la morada todos son dirigentes experimentados en este campo: de Iglesias (vicepresidente social) a Alberto Garzón (Consumo), pasando por Irene Montero (Igualdad) y Yolanda Díaz (Trabajo). Solo Manuel Castells, al frente de Universidades, tiene un perfil más técnico, ya que es sociólogo.

TIEMPO PARA DECIDIR / A falta de que se conozcan quiénes dirigirán los ministerios de Justicia, Política Territorial y Cultura, Sánchez ha querido apostar por la continuidad, sin correr excesivos riesgos, después de que sus anteriores nombramientos, tras la moción de censura, se vieran zarandeados por las dimisiones de Máxim Huerta (Cultura) y Carmen Montón (Sanidad y Consumo). Aquel fue un Gobierno improvisado en pocos días, fruto de circunstancias extraordinarias, pero esta vez el presidente ha tenido mucho más tiempo para delinearlo.

Junto a Calvo, Calviño, Montero y Ábalos, seguirán Teresa Ribera (que mantendrá la cartera de Transición Ecológica, pero ahora con rango de vicepresidenta), Isabel Celaá (Educación), Pedro Duque (Ciencia), Fernando Grande-Marlaska (Interior), Reyes Maroto (Industria), Margarita Robles (Defensa) y Luis Planas (Agricultura). Y caen tres ministros actuales: Magdalena Valerio (Trabajo), María Luisa Carcedo (Sanidad) y Dolores Delgado (Justicia).

Sánchez comunicará mañana al Rey todos los nombramientos y después comparecerá en la Moncloa, algo raro en él durante los últimos tiempos, en los que ha tratado de evitar las preguntas a toda costa. El lunes, los ministros tomarán posesión de sus cargos y el martes tendrá lugar la primera reunión del Consejo. La cohabitación entre el PSOE y Podemos no parece fácil, a tenor de los primeros movimientos de ambos partidos, pero socialistas y morados insisten en que este Gobierno durará.