Hace poco más de un año, Pedro Sánchez lideró el reconocimiento internacional a Juan Guaidó. De dirigente opositor al régimen de Nicolás Maduro, Guaidó pasó a convertirse en presidente encargado de celebrar elecciones en Venezuela. Pero ya no. El jefe del Ejecutivo español se ha limitado este miércoles a llamarle líder de la oposición.

El cambio de cargo coincide con el giro del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos sobre Venezuela, que quedó patente hace unas semanas, cuando Sánchez prefirió no recibir a Guaidió, de visita en Madrid. Otros mandatarios europeos, como Boris Johnson y Emmanuel Macron, sí se entrevistaron con el dirigente del país caribeño. Y todo coincide con la polémica sobre el reciente encuentro nocturno en Barajas del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien tiene prohibida la entrada en la UE por las políticas represivas de su Gobierno.

La primera sesión de control al Ejecutivo de coalición en el Congreso, este miércoles, tendrá como protagonista este controvertido episodio. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha preguntado por él a Sánchez, que ha respaldado sin fisuras a Ábalos. Hizo su deber, que fue evitar una crisis diplomática, ha dicho el líder socialista, incidiendo en la última de las varias versiones que ha dado el ministro sobre su encuentro con la vicepresidenta venezolana desde que este trascendió.