"Cualquier persona que sobrepase la frontera de la ley va a encontrar la respuesta firme y serena del Estado democrático". El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, respondió así este martes al nuevo "pulso" de los partidos independentistas con su resolución en defensa del derecho de autodeterminación de Cataluña. "Saben por experiencia que provocar no sirve para nada, o solo para causar dolor a quienes lo hacen o al conjunto de la sociedad", aseveró.

En un mitin de precampaña en Cádiz, Sánchez recordó que la propuesta acordada por JxCat, ERC y la CUP en el Parlamento contradice los autos del Tribunal Constitucional, según alertaron los propios letrados de la Cámara. Y deslizó que se trata de un pulso lanzado por "la mayoría política independentista", pero no cuenta con el respaldo de la "mayoría social". Por eso, fue tajante y aseguró que cualquier desafío legal tendrá enfrente toda la maquinaria del Estado, en alusión a una nueva aplicación del artículo 155 y la supresión de la autonomía. Y esta regla, dijo, "vale para todos, sea quien sea y viva donde viva".

La respuesta a la sentencia del 'procés' ocupó buena parte del discurso del líder socialista, que una vez más reprochó la falta de lealtad y corresponsabilidad de las formaciones de derecha, especialmente del PP, recordando que el fallo judicial refería a unos hechos ocurridos en la etapa de Mariano Rajoy.

Sánchez defendió que la reacción del Ejecutivo central a los disturbios ha sido "firme y proporcionada", y lamentó que haya "opinadores" que reduzcan esos altercados a un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad del Estado, ya sea Policía, Guardia Civil o Mossos de Esquadra, y los "violentos". Antes al contrario, y entre el aplauso de los asistentes puestos en pie, subrayó que son "ataques de los violentos al conjunto de la sociedad" catalana, y que son precisamente los agentes "quienes están entremedias para defenderla".

"TORRA NO CONDENA LA VIOLENCIA"

En este punto, cargó contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tras haber amparado una comisión de investigación en el Parlament "no para ver quién está detrás de los violentos, sino los protocolos de actuación de los Mossos". Una actitud, dijo, que "demuestra que no condena la violencia", por lo que le reclamó que abandone los gestos a la galería "ahora está todo el día telefoneándome", ironizó y haga una llamada "a la convivencia, al fin de la violencia, y a la defensa de los Mossos".

Para el presidente del Gobierno la solución al desafío soberanista pasa en primer lugar por afrontar el debate en Cataluña y "escuchar a la mitad de los catalanes que no quieren la independencia". Horas antes aseguró que a los líderes independentistas "están deseando" que gobierne la derecha, "(Carles) Puigdemont y Torra hacen la ola con un Gobierno de Pablo Casado, Santiago Abascal y Albert Rivera".