El líder del PSOE, Pedro Sánchez, reiteró este martes a las autoridades catalanas su disposición al diálogo para alcanzar una solución al desafío soberanista, pero dentro del marco legal. Primero la ley, y luego el diálogo, subrayó el también presidente en funciones, que reprochó los gestos de cara a la galería y emplazó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a que si tiene que hablar con alguien, que sea primero con los catalanes y con los catalanes no independentistas. En esta línea, y en alusión a los desencuentros tras las frustradas conexiones telefónicas de Torra, apuntó que las únicas llamadas que debe hacer son a la convivencia y al rechazo a la violencia.

El acuerdo de los tres grupos independentistas Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP, para sacar adelante una resolución en la que se defiende el compromiso del Parlament a seguir apoyando institucionalmente la autodeterminación ha pillado a Sánchez de acto de precampaña en Huelva y sin margen de respuesta inmediata. El líder socialista tenía previsto un paseo por la ciudad, que finalmente no se ha producido supuestamente por retrasos con la agenda, aunque a su llegada al teatro donde se celebraba el mitin ha sido increpado por algunos exaltados críticos con la exhumación de Franco, que le han espetado vete a Cataluña.

De esta forma, en su intervención se ha limitado a emplazar de nuevo al presidente Torra para que condene los disturbios de los últimos días en Cataluña e incluso muestre su solidaridad con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que han sido quienes con independencia de su ideología o de a quién voten se han puesto en medio para defender a la sociedad catalana, y por extensión de la española, en los altercados. He oído que son enfrentamientos entre la Policía y los violentos, pero lo cierto es que ha sido entre los violentos y la sociedad catalana, dijo, para pedir a continuación un aplauso multitudinario- de apoyo a los agentes destacados estos días en Cataluña y sus familias.

RESPUESTA "PROPORCIONAL"

En cualquier caso, a lo largo de su intervención Sánchez ha defendido que la respuesta del PSOE ha sido el de la templanza, que se ha visto reflejada en la firmeza y proporcionalidad en la respuesta a los altercados de respuesta a la sentencia condenatoria a los líderes políticos del Procés. Por el contrario, contrastó, está la exaltación de las formaciones de la derecha, PP, Cs y Vox, a quien reclamó sentido de Estado para apoyar no a los socialistas, sino la labor del Ejecutivo. Mas aún cuando, recordó, la sentencia hacía referencia a unos acontecimientos ocurridos en la etapa del PP al frente del Gobierno.

Esa gestión del PP sobre el desafio soberanista dio pie al líder socialista para asegurar que los independentistas están deseando que gobierne la derecha en este país, ya que si en los últimos siete años se han multiplicado los independentistas por tres, cuánto pueden crecer con ellos al frente, en alusión a un previsible pacto entre las tres fuerzas políticas. Con (Pablo) Casado de presidente, hablando de narcoestados o dictaduras; Santiago (Abascal) de ministro de Interior y (Albert) Rivera de ministro de Justicia, diciendo que quiere ser presidente para meter en la cárcel, Puigdemont y Torra hacen la ola, ironizó.