El Gobierno defiende que su orden para confinar Madrid capital y otros nueve grandes municipios de la región no invade competencias del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso y es necesaria porque la situación del conjunto de la comunidad es crítica.

Pedro Sánchez utilizó ambas líneas argumentales en rueda de prensa desde Bruselas, al término del Consejo Europeo. Cuando intervino ante los medios, el Gobierno regional acababa de hacer público el recurso contra la orden comunicada del ministro Salvador Illa presentado ante la Audiencia Nacional. Impugnación en la que incluye la petición de medidas cautelares, aunque no la suspensión inmediata de las restricciones.

La Comunidad de Madrid, en su recurso, alegó "invasión" de sus competencias en materia sanitaria, una "agresión" a su autogobierno y una utilización "torticera" del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que aprobó el miércoles las nuevas medidas. Además, sostiene que el acuerdo no se adoptó con el "preceptivo consenso" hubo seis comunidades que se opusieron, aunque el Ejecutivo sostiene que prevalece la ley que rige las conferencias sectoriales, en las que basta la mayoría y que las nuevas medidas castigarán económicamente Madrid.

Sánchez replicó desde Bruselas a los argumentos del equipo de Ayuso. Aunque recordó que tiene por costumbre respetar los procedimientos judiciales, sí subrayó que la orden firmada por Illa es "respetuosa" con la Constitución y con el marco competencial. Y recordó que el Consejo Interterritorial adoptó la decisión por una mayoría más que sobrada del 70%, con 13 votos a favor y seis en contra. El presidente argumentó que había que dar una "respuesta específica" a una región en la que el 70% de la población vive en el 5% de los municipios. Las diez localidades que desde las diez de la noche de este viernes serán confinadas, entre ellas la capital, tienen una densidad media de 840 habitantes por kilómetro cuadrado.

Medidas "insuficientes"

Para el Ejecutivo, las medidas ya acordadas por el Gobierno de Ayuso son "adecuadas, pero también son insuficientes", y por ello Sanidad planteó "completarlas" basándose en criterios "técnicos, científicos". Y lo que que se dispone, precisó, no es el "confinamiento", entendido como en marzo, sino una limitación de la libertad de movimientos para reducir la circulación del virus. Sánchez aportó algunos datos para cargarse de razones: en Navarra, donde la incidencia acumulada es muy alta (de 681,89 positivos por 100.000 habitantes, y la de Madrid es de 695,91), la ocupación de camas uci es del 20,16%, por el 42,12% de la región que gobierna Ayuso. Además, Madrid concentra el 36% de los contagios y el 33% de los fallecidos, cuando la autonomía solo supone el 15% de la población total.

"¿Estamos ante un momento de extraordinaria gravedad? Sin duda alguna, sí", sostuvo, para pedir a continuación que no se pierda de vista la "gravedad" de la situación de la pandemia, que se ha llevado en todo el mundo más de un millón de vidas por delante. "Pongamos todos los medios para salvar vidas y defender la salud pública, en eso está el Gobierno y no en otra cuestión", subrayó, para reprochar a quienes no son conscientes de la "magnitud" del desafío por delante. Una crítica implícita a Madrid.

El presidente, con tono conciliador, insistió en que el Gobierno quiere "ayudar, coordinar, no imponer, no evaluar, no juzgar", sino actuar en base a criterios "científicos" para recomendar acciones a las comunidades autónomas y lograr "doblegar el virus". En este punto, Sánchez recalcó que la Constitución otorga al Ejecutivo central la potestad de coordinación y supervisión de la política sanitaria y que su Gabinete siempre se ha regido por las orientaciones de los técnicos y con la pretensión de proteger la salud pública de los ciudadanos y salvar vidas.

Sánchez apuntó que en la cumbre de este jueves y viernes los líderes de la UE manifestaron su "preocupación por la utilización partidista" que se está haciendo de la pandemia, y por eso él reclama a los partidos, al menos a los "tradicionales" en referencia clarísima al PP que dejen de utilizar el covid para "polarizar" y "dividir", porque esa actitud solo alimenta "la antipolítica" y a la ultraderecha.