El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, retoma su agenda con un viaje a Lisboa, donde mantendrá este jueves a mediodía un encuentro con el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa. Costa es jefe del ejecutivo de izquierdas luso formado en coalición con el Partido Comunista portugués y Bloque de Izquierda -aliados a nivel europeo con Podemos y Syriza-, quienes, a pesar de perder las elecciones el pasado octubre, consiguieron en noviembre el apoyo de la izquierda más radical para desbancar a los conservadores, ganadores sin mayoría absoluta en los comicios.

El objetivo del viaje de Sánchez a Lisboa, señalan fuentes cercanas al secretario general del PSOE, consiste en explorar el ejemplo portugués cara a un posible pacto de izquierdas en España con Podemos e IU, que debería contar también para que sumara mayoría con el apoyo de nacionalistas e independentistas o con la abstención de Ciudadanos. Se trata de una alianza compleja, de la que los principales barones socialistas recelan. En 40 años, el Partido Comunista portugués nunca ha apoyado a los socialistas, pero la presencia de cinco grupos parlamentarios -en contraste con los 13 que forman la Cámara baja en España- y la falta de mayoría absoluta de los ganadores provocaron que la izquierda más radical apoyara a los socialistas.

EL EJEMPLO PORTUGUÉS

"Portugal es el ejemplo contrastado de la posibilidad de formar una alianza de fuerzas de progreso. El resultado de las urnas en el país vecino provocó el encargo de formar gobierno a la derecha pero la mayoría parlamentaria de izquierda terminó por imponerse convirtiendo a Costa en presidente. El resultado de las urnas en España refleja una realidad muy similar, una representación plural del parlamento que lleva a un periodo de diálogo, de acuerdo y de consenso. El resultado de este diálogo puede terminar como en Portugal, teniendo una alianza de fuerzas progresistas que corte el paso a la derecha en España, siendo fiel reflejo del resultado en las urnas", señalan en la cúpula socialista.

"Mucho se escribió y se opinó en el país vecino sobre la complejidad de alcanzar un acuerdo desde la izquierda para formar gobierno dadas las posiciones de partida tan diferenciadas entre los actores llamados a dialogar. La realidad y el diálogo sensato lo hizo posible. Esto demuestra que si hay voluntad de consenso, se encuentra", concluyen las mismas fuentes.