La campaña del 21-D se disputa este lunes también en el Senado. Pese a estar a solo tres días de la votación en Cataluña, el Gobierno ha decidido aprovechar la oportunidad que tenía y, pese a las críticas de electoralismo, acudir a explicar el desarrollo del artículo 155. Lo hace amparado en el acuerdo del Senado, en el que prometió dar cuenta ante la Cámara antes de que se cumplieran 60 días.

La encargada ha sido la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha recibido pullas de ERC y Podemos por jactarse este fin de semana de haber "descabezado" a los partidos independentistas (en referencia al encarcelamiento de Oriol Junqueras y la huida para evitar la probable cárcel preventiva de Carles Puigdemont). Santamaría ha dicho que se ha demostrado que el procés era "un fake en toda regla" y que lamenta que los soberanistas estén frustrados por ver que las llamadas estructuras de Estado solo eran "anotaciones de agenda".

También ha destacado que se está luchando contra las "injerencias", pero no en referencia a las rusas. La vicepresidenta ha subrayado que las juntas electorales han dictaminado "diversos acuerdos para garantizar la participación en las elecciones y evitar las injerencias en la campaña, tanto por parte de determinadas instituciones, como de algunos medios públicos de comunicación", en referencia sobre todo a TV-3 y Catalunya Ràdio. Lo han hecho, ha continuado, la número dos del Gobierno central "para garantizar el pluralismo político y social, y la neutralidad informativa".

En este contexto, la vicepresidenta ha asegurado que se han reforzado los "sistemas de seguridad" que se utilizarán el día de la votación, el próximo jueves, y que se ha realizado ya un simulacro del proceso analizando todo el escrutinio y se completó "sin ninguna incidencia".

LAS LICENCIAS DEL LENGUAJE POLÍTICO EN LOS MÍTINES

En el turno de réplica, después de escuchar a todos los portavoces, Santamaría ha empezado comentando con ironía que los grupos hayan criticado su comparecencia en el Senado y ha justificado polémicas declaraciones del sábado, cuando se jactó de que Rajoy había "descabezado" el PDECat y ERC. Ha dicho la vicepresidenta que en los mítines los políticos se permiten "ciertas licencias y concesiones" que no pueden usar en las intervenciones en las sedes parlamentarias, donde deben mostrarse con un "tono o matiz" diferente.