La fiscal general del Estado, María José Segarra, ha advertido este viernes a los nuevos fiscales que acaban de entrar en la carrera que la "aplicación de la ley no es una opción, no es una elección", sino un "mandato de la Constitución". Asimismo, ha recordado que ello es la "exigencia irrenunciable" en la que se basa el ministerio público.

Así lo ha dicho en el acto de despachos de la 57 promoción de la carrera fiscal por parte del Rey Felipe VI, a quien ha agradecido su presencia por primera vez en esta ceremonia, ya que así se percibe el "inigualable respaldo institucional", que "alienta, refuerzas y anima" a los fiscales a seguir con las funciones que les encomienda la Constitución.

Segarra ha comenzado su discurso felicitando a los nuevos 36 fiscales --25 mujeres y 11 hombres-- y les ha aconsejado que sigan a parir de ahora la "senda" de la "excelencia profesional". También "renovar constantemente" su compromiso personal "con la calidad del servicio" que prestarán a la sociedad.

En este sentido, la fiscal general del Estado ha recordado que el ministerio público debe hacer "un ejercicio de transparencia institucional" para que los ciudadanos tengan constancia de que es una "institución abierta, permanente y colaborativa". Para ello, ha pedido que cada decisión que adopten se enmarque en la "ética, ejemplaridad y transparencia".

Mandato más que opción

Con todo ello, Segarra ha hecho hincapié en que "la razón de ser" de la Fiscalía, además de la "unidad de actuación y dependencia jerárquica", es "la aplicación de la Ley", la cual "no es una opción, no es una elección. Es un mandato de la Constitución, una exigencia irrenunciable del Estado de Derecho".

Por su parte, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, también ha empezado su intervención dedicando unas palabras de agradecimiento al Rey, así como recordando el día en el que ella se consiguió acceder a la carrera fiscal, "hace justo 30 años".

Ha aprovechado para enfatizar que fue en ese momento cuando aprendió artículos como el primero de la Constitución, que establece, ha destacado, que "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".

Así, además de hacer un breve "homenaje" a los familiares de los integrantes de la última promoción, por el apoyo que han dado a cada uno de ellos durante el tiempo que han estado opositando, la titular de Justicia ha instado a los nuevos fiscales que actúen "con alto sentido del deber, imparcialidad y respeto a los derechos y garantías de los ciudadanos", incluso de aquellos que estén siendo investigados.

Justicia ancestral

Con todo ello, Delgado ha asegurado que la "idea de justicia es antigua y siempre ha estado presente en las formas de organización política", desde el siglo XVII, llegando ahora a ser el Ministerio "el cauce de comunicación del Gobierno con la Administración de Justicia, con el Consejo General del Poder Judicial y con el Ministerio Fiscal, así como con los órganos de gobierno de las comunidades autónomas en las materias de su competencia".

En este sentido, ha parafraseado a Cicerón, para decir que "la justicia es un hábito del alma, observando en el interés común, que otorga a cada cual su dignidad" y a la filósofa Adela Cortina, para avanzar que "el gran reto del tercer Milenio consistirá en diseñar una idea de felicidad que incluya, como componente ineludible, el afán de justicia".

La ministra ha hecho suyas las palabras del expresidente estadounidense Thomas Jefferson y ha señalado que "donde no hay ley sólo existe tiranía", por lo que ha concluido su discurso insistiendo en que espera que los nuevos fiscales tengan "el máximo respeto a la ley" porque, a su juicio, "no hay mayor orgullo, no hay mayor honor que ser servidores de la ley".