La alerta antiterrorista europea que ha obligado a los Mossos d’Esquadra a redoblar la seguridad aludía a 5 yihadistas que podían estar en condiciones de atentar en países del continente a lo largo del martes y del miércoles. Incluía las identidades de los sospechosos y hacía referencia explícita a este margen de 48 horas de máximo riesgo. No aclaraba por qué el intervalo de peligro se concentraba en estos dos días ni tampoco nombraba a Barcelona.

El blindaje de la policía catalana se ha mantenido a lo largo de este miércoles. Nuevamente las afectaciones -aunque de menor intensidad- han vuelto a darse en las vías que conectan el territorio catalán con la frontera francesa. También este miércoles se han extremado las precauciones en los puntos de más afluencia turística, como la Sagrada Família o la Rambla. Hoy, no obstante, no existía ningún ingrediente de preocupación extra, como el partido de la Champions entre F.C.Barcelona y Juventus que se disputó anoche en el Camp Nou.

En estas condiciones, la furgoneta que apareció ayer junto a la Sagrada Família, sembró el pánico. Obligó a confinar vecinos, cerrar tiendas y evacuar las estaciones de metro de las líneas 2 y 5. Hasta que los TEDAX descartaron que el paquete hallado en el vehículo fuera un artefacto explosivo. Lo parecía, porque eran dos amasijos de cables, pero no eran más que eso.