Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT), por una parte y Juan Rosell (CEOE) y Antonio Garamendi (CEPYME) por otra, han conocido de primera mano las intenciones del líder del PSOE para gobernar y le han transmitido su deseo de que haya un gobierno cuanto antes para dar estabilidad a los signos de recuperación económica que se han manifestado en los últimos meses. Un escenario de nuevas elecciones sería “indeseable”, en palabras de Toxo ya que los resultados son “los mejores que puede haber”, expresión empleada por Rosell.

Esta ha sido seguramente la única coincidencia entre los interlocutores sociales tras entrevistarse por separado con Pedro Sánchez. Este les envió hace unos días su programa de gobierno sobre el que ha girado la conversación, en que la política fiscal destaca como desacuerdo.

“Creemos que es una buena base de partida para elaborar un programa de Gobierno”, ha comentado Méndez a propósito deldocumento socialista, aunque “habrá que ver” cómo queda el que resulte del pacto para lograr la investidura en función de los pactos políticos. En todo caso, para los dirigentes sindicales “sería muy deseable que tuviera éxito” y formara un gobierno de progreso y de “cambio” que responda al sentir de los 15 millones de votos.

FIN DE LA INCERTIDUMBRE

Méndez y Toxo reconocen las dificultades de la aritmética parlamentaria para que el líder del PSOE logre la mayoría pero consideran que la recaída de la economía mundial “aconseja que se ponga ponto y final a la incertidumbre”. Pero también le han trasladado a Sánchez la necesidad de mantener el diálogo permanente ya que para alguna reformas, como la de la Constitución, se necesita el respaldo del PP.

CCOO y UGT comparten con el PSOE las medidas de lucha contra las desigualdades, entre ellas la salarial entre hombres y mujeres, la regeneración de la democracia, la derogación del artículo 315 delCódigo Penal que permite juzgar a los sindicalistas por llamar a la huelga general, y una reforma fiscal que permita al Estado tener más ingresos para impulsar el gasto en inversión y medidas sociales, como un plan de choque para los parados de larga duración.

BAJADA DE IMPUESTOS

Por el contrario los dirigentes de CEOE y CEPYME han puesto el acento en conocer cómo se va a financiar el cambio. “Falta saber cuánto cuesta cada uno de los puntos del programa”, ha afirmado Rosell, que ha citado como ejemplo cuánto se recortarían los ingresos con una bajada del IVA cultural o con la ampliación del seguro de desempleo.

En este sentido la patronal ha trasladado a Sánchez la necesidad de gestionar mejor los recursos, así como un pacto por la industria, que ha puesto sobre la mesa Garamendi, “fundamental”, a su entender para reforzar la salida de la crisis.

Ambas partes dan por hecho que si finalmente Sánchez forma gobierno habrá cambios en la legislación laboral. Como ha recordado Méndez a quienes como Pablo Iglesias piden la derogación de las dos reformas laborales, si se deroga la del PP se lleva por delante también la de Zapatero. Pero el problema radica en cómo se sustituye. Para los empresarios no es una cuestión prioritaria; para los sindicatos lo importante es recuperar la preeminencia de la negociación colectiva, recortada por ambas reformas.

Ante la posibilidad de que a los empresarios les de miedo que Podemos forme parte del futuro Gobierno, Rosell ha respondido. “Miedo, nada. Habrá que ver el programa que se acuerda”.