Los principales sindicatos creen que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias llevan demasiado tiempo perdiendo el tiempo. CCOO y UGT están preocupados. Temen que unas nuevas elecciones puedan dar mayoría a la derecha, o bien que provoquen que Cs cambie de rumbo y se avenga a pactar con Sánchez, poniendo en peligro iniciativas como la derogación, completa o parcial, de la reforma laboral del PP. Así que los secretarios generales de las dos centrales, Unai Sordo y Pepe Álvarez, aprovecharon ayer su reunión en la Moncloa con el presidente en funciones para pedirle que negocie ya un programa con Podemos.

La posición de CCOO y UGT tiene puntos en común con la del líder socialista, que tras el reciente fracaso de su investidura ha decidido «empezar de cero», enterrando el gobierno de coalición que reclama Iglesias y pidiéndole su apoyo a cambio de medidas. Pero Sordo y Álvarez, que evitan posicionarse sobre la composición del futuro ejecutivo, también insistieron en que los «días pasan», en que «no queda tanto» hasta el 23 de septiembre, fecha en la que los comicios quedarían convocados si no ha habido acuerdo. Sánchez e Iglesias, dijeron, deben superar los «agravios» y «ponerse a trabajar».

PROGRAMA / «Nuestra prioridad es el programa de gobierno. Es fundamental que el PSOE y Podemos construyan un programa», señaló Álvarez, de UGT. «Hay que retomar el diálogo entre el PSOE y Podemos para llegar a un acuerdo. España no tiene que ir a elecciones», insistió Sordo, de CCOO.

La cita se produjo en el marco de la nueva estrategia negociadora de Sánchez, que en lugar de llamar a los principales líderes políticos, como había hecho hasta ahora, se reúne con la llamada sociedad civil para escuchar sus peticiones y elaborar una nueva propuesta que trasladará a Podemos, dejando claro que busca una fórmula similar a la de Portugal, donde los socialistas gobiernan en solitario con el apoyo de los partidos a su izquierda. De todos los encuentros que ha mantenido (con asociaciones feministas, científicas y educativas, entre otras) este era el más importante, como prueba el hecho de que se celebrase, por vez primera dentro de esta ronda, en la Moncloa.

Tras los sindicatos, Sánchez se reunió con las patronales CEOE y Cepyme, que volvieron a abogar por un gobierno «moderado y estable», características que solo podría reunir, a su juicio, una coalición entre el PSOE y Cs o un ejecutivo socialista gracias a la abstención del PP y los naranjas. Ambas opciones, en cualquier caso, están descartadas debido a la negativa de Albert Rivera y Pablo Casado.

Todo pasa por un pacto entre Sánchez e Iglesias, pero socialistas y morados no van más allá del reproche. Las negociaciones siguen suspendidas y no hay fecha para una cita entre ambos dirigentes, que en principio tendrá lugar a finales de agosto. Un día después de que el presidente señalara que su relación con el líder morado está marcada por la «desconfianza recíproca», Yolanda Díaz, diputada de Unidas Podemos, respondió así en La Sexta: «Cada vez que [Sánchez] comparece, la lía. Da bofetadas a diestro y siniestro».

Pero los sindicatos creen que hay margen. «Hace falta que la izquierda piense que los días pasan y que en el último segundo todo es más difícil», argumentó Álvarez. «Cuanto antes se inicien los contactos, mejor -dijo Sordo-. El ambiente es el de trastear en los agravios del fracaso. Eso debería ser agua pasada. Ahora toca ponerse a trabajar».