Como entre el sábado y el domingo quedó ya todo dicho, el independentismo empleó su tiempo de debate de ayer en reivindicar la figura de los exaltos cargos del Govern y del Parlament hoy encarcelados. Su máximo exponente fue Montse Bassa, la diputada de ERC, hermana de Dolors, exconsellera de Trabajo, que tomó la palabra en sustitución de Gabriel Rufián.

Tras empezar en un tono muy emotivo, Bassa fue elevando el tono para acabar afirmando que, a título personal, le importaba «un comino la gobernabilidad de España», pero que a pesar de eso, se iba a abstener porque ella, su hermana y ERC apuestan por el diálogo.

«No solo los jueces, también ustedes [los miembros del Congreso] son verdugos que causan dolor, rabia e impotencia a las familias de los presos políticos», aseveró Bassa, provocando el rumor de la bancada de las derechas cada vez que mentaba la expresión «presos políticos».

«Ustedes prefieren golpear a los votantes que se acercaban pacíficamente a los colegios que reconocer un derecho democrático», prosiguió antes de preguntarse «en qué lado está el PSOE». Según Bassa, los socialistas ha sido «cómplices» de la situación.

Por orden cronológico fue Laura Borràs la primera en recordar a los encarcelados. Al hilo de las reiteradas peticiones de respeto a la libertad de expresión que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, lanzó a la bancada de las derechas, cuando protestaban por las palabras de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, la portavoz de JxCat aseveró que el PSOE aplicaba «un doble rasero». Y concretó ese agravio en la figura «de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, hoy encarcelada por defender esa libertad de expresión».

Borràs también aludió a Oriol Junqueras y a los residentes en Bélgica Carles Puigdemont y Toni Comin, eurodiputados con todos los plácets europeos y, en el caso del presidente republicano, aún preso. La portavoz de JxCat sentenció: «España, que se dice tan democrática y tan garantista, no cumple ni con Cataluña, ni con Europa».

Precisamente ayer, el grupo Alianza Libre Europea de la Eurocámara, del que forma parte ERC, eligió a Junqueras, como su nuevo presidente y, además, vicepresidente primero de la coalición Verdes/ALE, el cuarto grupo del hemiciclo, con 75 eurodiputados. A finales de esta semana, el Tribunal Supremo decidirá qué hacer con el líder republicano tras la sentencia europea que reconoce su inmunidad.

La docena de eurodiputados de ALE, entre los que se encuentra también Diana Riba (ERC), representan a partidos regionalistas de Cataluña, Flandes y Escocia, entre otros territorios.

En el Parlamento Europeo, forman junto a los Verdes el grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea, la cuarta formación con más escaños en el hemiciclo con un total de 74 eurodiputados de 16 Estados miembros.

Mireia Vehí (CUP) atacó a los ultras. «Nuestro independentismo es sobre todo antifascista», clamó, ante unos diputados de Vox que volvían a sus asientos, tras haberse ausentado para no escuchar al portavoz de EH Bildu, Oskar Matute. Vehí admitió que el no la ubica en el mismo bando que las derechas, pero «por razones diametralmente opuestas».