La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, protagoniza una nueva polémica política por el pago de un apartotel de lujo en el que está alojada desde el 16 de marzo, perteneciente a la cadena hotelera Room Mate Group. Tanto esa empresa como el Gobierno regional aseguran que la dirigente popular abonará «personalmente» la factura. Pero las partes han ofrecido en los últimos días versiones distintas al respecto, hay fechas que no cuadran y se ha descubierto un sospechoso cambio de contrato.

Según publicó el lunes la revista Vanity Fair, Ayuso se instaló después de dar positivo por coronavirus en un apartotel de lujo propiedad del empresario Kike Sarasola y ubicado en el centro de Madrid. La presidenta argumentó que así podría trabajar de forma segura mientras pasaba la preceptiva cuarentena. Sin embargo, Room Mate sostuvo en un comunicado que el acuerdo para poner la vivienda a disposición de la comunidad se firmó «antes del inicio del estado de alarma», que se produjo el pasado 14 de marzo, «ya que [Ayuso] necesitaba un lugar óptimo para la gestión de la crisis durante la situación excepcional».

La cadena de hoteles ha asegurado también que Ayuso pagará «personalmente» la factura del apartamento, «sin coste alguno para la Comunidad de Madrid», corroborando así la versión dada por el Gobierno regional. Al tratarse de un uso del apartamento en larga estancia, el precio estipulado es de 80 euros por noche, según Room Mate.

CONTRATOS BAJO SOSPECHA / No obstante, la polvareda ha ido a más. El 6 de mayo, la Comunidad de Madrid aprobó un gasto de 806.193,19 euros para la contratación, durante tres meses, de los servicios necesarios para atender a las personas mayores en dos hoteles que se han adaptado como residencias. El pasado martes, la Administración autonómica publicó en su portal de contratación que el adjudicatario del servicio había sido también Room Mate, pero por un valor de 565.749,62 euros.

El documento fue modificado inmediatamente para atribuirle el contrato a la Coordinadora del Tercer Sector por 240.443,57 euros. Pero, según desveló la SER, el documento de ese segundo contrato se creó a las 23.59 horas del martes 12 de mayo. Según la Consejería de Políticas Sociales, el texto remitido a la prensa es una modificación del original porque se eliminaron los datos personales. El contrato original, afirman, se creó el 16 de abril.

Curiosamente, la suma de la cuantía del contrato borrado (565.749,62 euros) y la del modificado (240.443,57 euros) coincide con la cifra anunciada en un primer momento por la comunidad (806.193,19 euros). Tanto el Ejecutivo regional como la cadena hotelera lo atribuyen a un «error» y niegan que les haya unido relación contractual alguna. «Nunca hemos solicitado, ni nos han adjudicado, ni hemos recibido pago alguno desde ninguna de las consejerías u organismos de la Comunidad de Madrid. Es absolutamente falso», sostiene Room Mate.

APOYO DE CASADO / Sin dar más explicaciones que la afirmación de que está pagando de su bolsillo los gastos del apartotel, Ayuso se defiende denunciando ser el blanco de las críticas de la izquierda, porque «intentan todos los días, por todos los medios, desacreditar» su gestión. También el líder del Partido Popular, Pablo Casado, habló de una «campaña de desprestigio».

Sin embargo, las izquierdas empiezan a hablar ya de posibles delitos en la actuación de Ayuso. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, advirtió de que si se demuestra que el apartamento de lujo de la presidenta madrileña «se lo está pagando un empresario» -lo que Sarasola niega- será un nuevo «caso de corrupción» en el PP. El PSOE instó a Ayuso a que abandone su «madriguera de lujo» y dé explicaciones en la Asamblea de Madrid, tras recordar que el código ético de la comunidad y del PP prohíbe regalos que puedan condicionar la actuación del Gobierno.