La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha hecho suya la exposición razonada enviada por el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona contra la portavoz de Junts per Catalunya (JxCat) en el Congreso, Laura Borràs, y ha procedido a abrirle un procedimiento para investigar la fragmentación de contratos para beneficiar a un amigo, el informático Isaías Herrero, que llevó a cabo mientras estuvo al frente de la Institución de las Letras Catalanas (ILC) entre enero de 2013 y el mismo mes de 2018.

Con el demoledor informe de la fiscalía del Tribunal Supremo era prácticamente imposible que la Sala de Admisión, presidida por el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, no abriera un procedimiento para investigar a Borràs por los delitos de prevaricación, fraude a la Administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental. En su auto, el Supremo afirma que Borràs y Herrero «mantenían una relación personal de amistad», por la que mientras ella estuvo al frente de la ILC se pusieron de acuerdo para el «fraccionamiento de contratos de prestación de servicios informáticos efectivamente prestados, reflejando importes y conceptos inventados, siempre en cuantías inferiores a 18.000 euros».

De esta manera evitaban «el procedimiento administrativo pertinente» con «trabajos que suponían la programación informática del portal de internet de la ILC» durante más de cuatro años para acudir a la adjudicación directa, «con la intención de favorecerlo personalmente, directamente o a través de las entidades tras las que se ocultaba». El total adjudicado a Herrero, al que también investigará el Supremo, ascendió a 259.863 euros.

Entre los indicios contra Borràs figuran correos electrónicos de ella misma en los que le explica a Herrero cómo debe presentar varios presupuestos para poder resultar adjudicatario, porque el dinero, según ella misma indicaba, estaba reservado para él.

En manos del instructor / En una conversación de noviembre de 2017 con su socio Marc Gómez se le oye decir: «Con la Borràs, con la jefa, yo facturo con la cooperativa, y facturo unos trapis por allí». En la charla se permite hasta augurar un futuro aún más prometedor, si ella llega a ser ministra de Cultura.

El magistrado designado instructor del procedimiento penal es Eduardo de Porres, quien tendrá que proponer a la Sala tramitar el correspondiente suplicatorio al Congreso para poder interrogarla como imputada. Últimamente la costumbre es renunciar a esa prerrogativa y comparecer voluntariamente.

También le corresponderá a él determinar si Isaías Herrero debe ser investigado junto a Borràs en el Supremo, aunque no sea aforado. La Sala de admisión entiende «inescindible la conexión inicialmente apreciable entre la conducta que se atribuye a esta persona y la que se imputa a la diputada», pero le deja la última palabra a él, «a la vista del resultado de la investigación». Precisamente ayer se supo que Herrero ha sido condenado a cinco años de cárcel por narcotráfico.