Pese a que la recogida de avales en Catalunya fue un varapalo para la presidenta andaluza, que no alcanzó el millar de apoyos frente a los más de 6.000 de Pedro Sánchez, Susana Díaz no se resigna a dar por perdido el territorio catalán. Aunque su Andalucía sea la federación socialista más grande, la presidenta andaluza es consciente de que la segunda mayor puede tener un papel clave en las primarias. Ante un centenar de personas reunidas en la sede del PSC de Mataró, ha asegurado que su candidatura en Catalunya "va a más" y que (en una de las múltiples puyas a Pedro Sánchez) no va a entrar en la "subasta de sentimientos" con la cohesión territorial.

"Me podría resultar fácil entrar en la subasta de sentimientos, para arañar un puñado de votos, y decir a los militantes lo que quieren escuchar. Pero no voy a entrar en una subasta con la cohesión territorial", ha sentenciado ante los aplausos de una pequeña pero ruidosa audiencia. "No me váis a escuchar entrar en subastas, como dice el querido alcalde (Antonio) Balmón. La única bandera que me emociona es la de la igualdad de las personas por encima de territorios", ha insistido.

Tras señalar que "nadie va a negar que en Cataluya hay una fuerte identidad nacional", ha apuntado que cree que esta tiene que ser compatible con la igualdad. Por ello se postula para liderar la reforma constitucional con la declaración de Granada como hoja de ruta. "Lo que diga en Mataró será lo mismo que diga en Andalucía, Euskadi o Galicia; esa es la credibilidad que tengo que lo que diga hoy será lo mismo que hace un año o dentro de un año", ha señalado, en velada alusión a los cambios de acento de Sánchez en esta materia.

Fiel al guion de las primarias, la presidenta andaluza se ha presentando como la figura de unidad frente a los que se mueven por el “odio y el rencor” y dejando claro que, a diferencia de otros, ella no va cambiando de opinión. Y, en clave catalana, ha añadido que la "remontada" del PSOE (y también del PSC) pasa por su victoria en las primarias. "Los mejores años han sido cuando el PSOE estaba fuerte y el PSC estaba fuerte. Me comprometo a dejar de mirar atrás y levantar al PSOE para levantar al PSC".

Mientras Sánchez, en su primera rueda de prensa en ocho meses, pedía "vertebrar el cambio" pero no aclaraba qué relación quiere con Pablo Iglesias, la presidenta de la Junta ha vuelto a atacar con virulencia al líder de Podemos. "Quieren interferir y condicionar la voluntad de los que vamos. No es de recibo que monten un escrache el día antes de las primarias del PSOE", ha denunciado, dejando clara de nuevo su negativa a pactar con los podemistas. "El dia que tengan una hoja de servicio como la del PSOE que vengan a dar lecciones".