Todo sigue bajo guion. El Gobierno y el Tribunal Constitucional (TC) activaron, de modo indirecto -solo faltaría- el plan D de investidura de un president. Entre los poderes ejecutivo y judicial cortaron la vía de investir a Carles Puigdemont a distancia, lo que propicia que el bando independentista ponga ya en marcha los trámites para la investidura efectiva. Esta vez va en serio, como lo acreditan las decenas de llamadas que se están realizando para conformar equipos de gestión cara al nuevo Ejecutivo.

Y es que el Constitucional admitió ayer a trámite por unanimidad el recurso del Gobierno de Mariano Rajoy en contra de la reforma de la ley de presidencia de la Generalitat aprobada el pasado viernes por el Parlamento de Cataluña, lo que supone la suspensión automática de la norma. La suspensión tiene una vigencia de cinco meses renovables, en tanto el TC no entre a valorar el fondo de la cuestión. En su providencia, el alto tribunal advierte al presidente del Parlament, Roger Torrent, y al resto de los miembros de la Mesa, su deber de acatar la decisión adoptada para que eviten más pasos en la dirección que presagiaba la reforma.

Por la mañana, el Ejecutivo celebró un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar la presentación del recurso. «El Gobierno ha dicho con claridad que iba a impedir cualquier vulneración o fraude de ley y que usaría los instrumentos jurídicos a su alcance», ha argumentado el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, tras el cónclave, informa Pilar Santos.

COMPARECENCIA DE PUIGDSEMONT / Las previsiones fijan para mañana una comparecencia de Puigdemont desde Berlín en la que, si se mantiene el guion, tras denunciar que los poderes del Estado hacen una vez más caso omiso a la voluntad de los ciudadanos de Cataluña, dará cuenta del candidato a la investidura efectiva. Alguien que sirva para ahuyentar el artículo 155 y, al mismo tiempo, guarde lealtad al Govern legítimo y a su president por encima de todas las cosas. ¿Quién será? Cualquiera de la decena larga que, cual fichaje veraniego del Barça, ha aparecido en todos los medios. También en este.

Cuando dicha comparecencia se produzca se supone que el presidente del Parlamento iniciará una rueda de consultas y anunciará la convocatoria de un pleno de investidura para el lunes. Dos días después, en segunda votación, el president será elegido, por cuanto la CUP mantendrá su abstención y no votará en contra del candidato, lo que echaría por la borda todo el plan. A las pocas horas, habrá Govern. Cuando falten días de que se cumplan seis meses de las elecciones.

Un Torrent sobre el que, Por cierto, empieza a incrementarse la presión. Ya sea en forma de advertencias, la del TC y la del mismo Gobierno, o de querella presentada por Vox, ese partido con más presencia en los juzgados que en los parlamentos o consistorios.

LLARENA SIGUE ADELANTE / En tanto, el juez Pablo Llarena ha confirmado todos los extremos del auto de procesamiento que dictó contra el expresidente Puigdemont y otros 22 dirigentes del proceso secesionista por delitos de rebelión, malversación o desobediencia, informa Ángeles Vázquez. El instructor, que rechaza todos los recursos interpuestos, se reafirma en que se cumple el requisito de violencia necesario para entender cometido el primer delito, aunque eso no sea obstáculo para que las acusaciones, si lo entienden conveniente, acusen por sedición o conspiración para la rebelión.

Ahora las defensas tienen hasta cinco días para presentar recurso a la sala de apelaciones del mismo Supremo. Cuando se resuelvan estos y se confirme el procesamiento los acusados quedaran inhabilitados. Aunque ello no ocurrirá antes de que se invista al nuevo presidente. Nota al pie que quizá ayude a entender las repentinas prisas por elegir un president.

La inhabilitación que seguramente llegará a principios de junio imposibilitaría que el expresidente fuera candidato en unas eventuales elecciones en Cataluña en julio de no lograrse investir a un candidato.