Los dos únicos migrantes supervivientes del intento de entrada en Ceuta del 6 de febrero de 2014 que han prestado declaración judicial, y cuyas testificales han conducido al procesamiento de 16 guardias civiles por homicidio imprudente grave con resultado de muerte y denegación de auxilio, han recordado los hechos que terminaron con el fallecimiento de al menos 15 personas "como una guerra" en la que los agentes españoles utilizaron para repelerlos "palos", "botes que soltaban humo y producían burbujas en el agua que les ahogaban" y "balas" de goma.

Sus testimonios, registrados por videoconferencia en marzo y abril y "convergentes entre sí", según la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta, "apuntan a la concurrencia de los indicios apreciados" para estimar que la actuación de los agentes "pudo contribuir, co-causalmente, a título de imprudencia, a las muertes por ahogamiento" y que estos "omitieron socorrer a las personas que se hallaban nadando en el mar con riesgo vital".

Según las transcripciones de las testificales a las que ha tenido acceso Europa Press, tanto Liliana A.S. como Herve K. declararon que "más de 500" migrantes intentaron llegar hasta la playa del Tarajal equipados con "chalecos salvavidas" y "cámaras de ruedas de coche" desde los bosques marroquíes ubicados a dos horas a pie, aunque la mitad fueron rechazados antes de lograrlo por las Fuerzas de Seguridad del Reino alauita.

El hombre explicó que cuando se tiró al agua vio que había un guardia civil que les miraba y otro en lo alto del muro que lanzó "un bote que soltaba humo y producía burbujas en el agua que les ahogaba". De acuerdo con su relato, en ese momento apareció un barco de la Guardia Civil "al que decidió acercarse para huir del que lanzaba humo", aunque al hacerlo les daban "con palos para evitar que subieran". Como "en un lado iba a encontrar la muerte por el humo y por el otro los barcos no les estaban ayudando", volvió a la costa marroquí.

La mujer, residente en Alemania actualmente, relató que al entrar en el agua "vio que había gente encima de un muro y que la Guardia Civil empezó a lanzar gas, por lo que no podía ver bien y picaba", aunque reconoció no recordar el color "ni de los botes, ni de las bolas ni de las balas de goma".

Tras recuperar la consciencia en la playa marroquí se dio cuenta "de que había mucha gente que faltaba y otros que estaban heridos con golpes por todos lados". "Otras personas estaban paralizadas en el agua por culpa de las balas, por eso mucha gente ha muerto, porque la bala hace que no te puedas mover. Era como una guerra", refirió según la transcripción realizada por una de las partes.

"NINGÚN VALOR PROBATORIO"

La defensa del capitán de la Guardia Civil procesado, que como los otros 15 guardias señalados reconoció haber utilizado un arma larga con bocacha adaptada sin disparar directamente a los indocumentados sino "en parábola", ha alegado que al menos la declaración del varón "no puede dársele ningún valor probatorio, ni siquiera indiciario", por ser "vaga, llena de contradicciones, imprecisa y sin datos, a la par que tremendamente tardía".

Sobre la de la fémina ha argumentado que "no costa que haya pasado por territorio español en fechas relativamente recientes o cercanas al 6 de febrero de 2014", lo que entiende que "debe ser tenido en cuenta sin perjuicio de la dudosa credibilidad de sus respuestas".

Entre otros extremos ha subrayado que "no se lanzaron balas: no existen balas de goma, en este caso, a pesar de lo que se ha pretendido ir trasladando a la opinión pública"; que "la Guardia Civil no tiene palos"; y que "se señala como responsables a sujetos que no quedan identificados como miembros del benemérito cuerpo de, bien por su uniformidad, bien por estar bajo el símbolo de algo que no se corresponde con el de su Servicio Marítimo".

Tras dos sobreseimientos fallidos al ser rechazados por la Audiencia Provincial de Cádiz en enero de 2017 y agosto de 2018, el pasado martes la instructora del caso dio diez días a la Fiscalía y las acusaciones personadas para que soliciten la apertura del juicio oral formulando escrito de acusación, el sobreseimiento de la causa o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias.